AP.- Autoridades de Estados Unidos informaron que una migrante de 15 años de edad proveniente de Guatemala murió el lunes en Texas de una enfermedad subyacente mientras estaba bajo custodia federal.
Esta es la cuarta muerte de un menor estando bajo la custodia del gobierno estadounidense este año.
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La niña fue hospitalizada en El Paso Children’s Hospital por una enfermedad preexistente importante, cuando el Departamento de Seguridad Nacional la remitió a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados en mayo, informó el Departamento de Salud y Servicios Humanos en un comunicado el martes.
La niña recibió tratamiento médico "de acuerdo con los deseos de la madre y en línea con las recomendaciones del equipo de atención médica del hospital", se lee en el comunicado.
La condición de la niña se deterioró el viernes y murió el lunes como resultado de una falla multiorgánica debido a una enfermedad subyacente, dijeron las autoridades. Las autoridades indicaron que su madre y su hermano estaban con ella cuando falleció y en los días previos.
Las autoridades no dieron a conocer el nombre de la niña ni dijeron cuándo ingresó al país.
En mayo, un joven hondureño de 17 años falleció bajo custodia estadounidense.
Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza murió en un centro de detención en Safety Harbor, Florida. Su madre dijo que tenía epilepsia, pero que no mostraba signos de estar gravemente enfermo antes de partir hacia Estados Unidos.
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Días después, una niña panameña de ocho años que tenía antecedentes de problemas cardíacos y anemia de células falciformes murió mientras ella y su familia estaban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en Harlingen, Texas.
La madre de Anadith Danay Reyes Álvarez dijo que los agentes ignoraron repetidamente las súplicas de hospitalizar a Anadith, ya que su hija sentía dolor en los huesos, le costaba trabajo respirar y no podía caminar.
En marzo, un niño no acompañado médicamente frágil de Honduras de cuatro años murió en un hospital en Michigan, según un comunicado de Salud y Servicios Humanos en ese momento.
Las muertes generaron dudas y escrutinio sobre la presteza de los agentes estadounidenses para manejar las emergencias médicas de los migrantes bajo su custodia.