Reuters.- La campaña presidencial de Ron DeSantis dijo el martes que había despedido a 38 empleados en las últimas semanas, o más de un tercio del personal de la campaña, ya que el gobernador de Florida busca recortar gastos y recuperar su débil fortuna electoral.

DeSantis, que aspira a la nominación presidencial republicana en 2024, ocupa el segundo lugar en su partido, pero sigue muy por detrás del expresidente Donald Trump, el favorito. El actual gobernante, Joe Biden, no se enfrenta a un serio desafío por la nominación demócrata.

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“Tras una revisión de arriba a abajo de nuestra organización, hemos tomado medidas adicionales y agresivas para racionalizar las operaciones y poner a Ron DeSantis en la posición más fuerte para ganar estas primarias y derrotar a Joe Biden“, dijo su directora de campaña, Generra Peck, en un comunicado.

Aunque la campaña de DeSantis recaudó unos 20 millones de dólares en el segundo trimestre, sus aliados estaban preocupados por la rapidez con la que gastó ese dinero. Consumió alrededor de ocho millones durante ese período.

La mayor parte del dinero provino de donantes que contribuyeron con la cantidad máxima legal a su campaña y no pueden contribuir más en esta elección. Eso podría plantearle dificultades financieras si no puede aumentar el número de los llamados donantes de “pequeños dólares” en un futuro próximo.

La campaña tenía más de 90 empleados remunerados en el segundo trimestre, según los registros de la Comisión Federal Electoral, un número inusualmente alto para esta etapa del proceso.

DeSantis, de 44 años, había destituido aproximadamente a una docena de empleados a principios de julio. Los 38 que ha recortado en total incluyen a esos trabajadores.

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Más temprano, el portavoz del gobernador, Bryan Griffin, informó que el político estuvo involucrado el martes en un accidente automovilístico en Tennessee, pero no resultó herido.