Estados Unidos es una de las democracias más antiguas, sin embargo, la elección presidencial no se da a través del voto popular, sino de un Colegio Electoral conformado por un grupo de 538 delegados a nivel nacional que designan al próximo presidente.
Cada estado cuenta con un número de delegados que depende de su población y del número de legisladores que tengan en el Congreso.
"Aunque en otras elecciones los candidatos se eligen directamente por el voto popular, cuando se trata de elegir al presidente y vicepresidente, el resultado final no depende directamente del voto del ciudadano", explica la página del gobierno de Estados Unidos en español.
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Después de que una persona emite su voto para elegir al presidente, pasa a un conteo estatal. En 48 estados y Washington, el ganador consigue todos los votos electorales de ese estado, pero Maine y Nebraska asignan a sus electores con un sistema proporcional, detalla.
"Por lo general, se proyecta al ganador la noche de las elecciones en noviembre, cuando termina el conteo de los votos de los ciudadanos. Pero la decisión final viene con los votos del Colegio Electoral, a mediados de diciembre cuando los electores se reúnan en sus estados", cita el portal.
California, por ejemplo, es considerada "la Joya de la Corona" al tener 55 delegados. Texas, Florida y Nueva York también son estados importantes al contar con 40, 30 y 28 electores, respectivamente.
En estas elecciones, siete estados serán los protagonistas para determinar si Kamala Harris o Donald Trump se convierten en el próximo inquilino de la Casa Blanca, al no tener un patrón fijo de voto. Son los llamados estados "bisagra"
Este es el número de delegados que darán cada uno de los siete estados "bisagra":
- Arizona: 11
- Carolina del Norte: 16
- Georgia: 16
- Michigan: 15
- Nevada: 6
- Pennsylvania: 19
- Wisconsin: 10
Para que un candidato obtenga la victoria presidencial, deberá de obtener 270 votos de los delegados, más uno.
El ganador no necesariamente es el candidato que tenga la mayor cantidad de votos, tal como pasó con Hillary Clinton en las elecciones de 2016, cuando venció en las urnas a Donald Trump con el 48.5% de los votos contra 46.15% de su rival, pero sólo obtuvo 266 delegados.