El republicano Donald Trump ganó el disputado estado de Pennsylvania, y suma 267 de los 270 votos de delegados necesarios, lo que en la práctica cierra las posibilidades de la demócrata Kamala Harris de ganar la presidencia de Estados Unidos.
Trump ya había ganado los estados disputados de Carolina del Norte y Georgia en las elecciones presidenciales del martes, lo que lo acerca a completar una asombrosa remontada política cuatro años después de abandonar la Casa Blanca.
Por su parte, la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris suma hasta el momento 224 votos electorales.
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Trump también ganó en 2016
En 2016, el republicano Donald Trump dio la sorpresa en Pennsylvania al ganar en este estado péndulo o bisagra a su rival de entonces, Hillary Clinton, donde los demócratas llevaban seis elecciones seguidas triunfando y ahora se repite esa historia ante Kamala Harris.
No le resultó fácil porque en 2020 volvió el predominio demócrata con la victoria de Joe Biden gracias a una ventaja de 82 mil 166 votos sobre el expresidente Trump en este estado que forma parte del llamado "muro azul", junto a Michigan y Wisconsin, donde el voto obrero era clave para el partido de la vicepresidenta Harris.
Como uno de los siete estados bisagra, Pennsylvania no mostraba una intención de voto definitiva por ninguno de los candidatos.
Pennsylvania, con unos 13 millones de habitantes, de los cuales casi 10 millones están habilitados para votar, asigna19 de los 538 votos del Colegio Electoral.
Si bien la ventaja conseguida por Biden cuatro años atrás no fue muy grande en este estado, resultó casi el doble de la que logró Trump en 2016, cuando los 44 mil 284 votos que le sacó a Clinton constituyeron el menor margen de un ganador de las últimas cinco elecciones.
El presidente estadounidense fue una de las figuras más notables que impulsó a Harris en Pennsylvania, donde Biden intentó mostrar a Trump como enemigo de la clase trabajadora y dijo que si volvía a la Casa Blanca, favorecería a las grandes empresas y obstaculizará la labor de los sindicatos.
Liz Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney y detractora de Trump dentro del Partido Republicano, también se había sumado a los esfuerzos de la vicepresidenta por cautivar el voto moderado y la acompañó en diversos eventos en ese estado.
Trump respondió a estos esfuerzos con la que quizás fue una de las postales más curiosas de la campaña: el republicano se puso un delantal y repartió papas fritas en un local de McDonald's ubicado a las afueras de Philadelphia, desde donde acusó a Harris de inventar que de joven trabajó para esta cadena de hamburguesas.
Con información de Reuters y EFE.