El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenará este jueves al Ejército estadounidense en el discurso sobre el estado de la Unión que encabece una misión de emergencia para establecer un puerto en la costa de Gaza para enviar barcos con alimentos, agua y medicinas.
Según adelantaron altos funcionarios de la administración estadounidense en una llamada con los medios de comunicación, la acción no requerirá el apoyo de soldados de Estados Unidos en el terreno, puesto que las fuerzas necesarias para llevar a cabo la misión ya están en la región.
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En este sentido, apuntaron que se tratará de una operación coordinada con las Naciones Unidas (ONU) y con organizaciones no gubernamentales humanitarias que se encargan de distribuir asistencia dentro de Gaza, y que el Departamento de Defensa pronto podrá revelar más detalles.
Biden pronunciará el discurso anual en el Capitolio de Washington, que es seguido por millones de ciudadanos, en medio de las críticas crecientes por el apoyo de Estados Unidos a Israel.
De todos modos, los funcionarios quisieron destacar que Estados Unidos ha sido “el mayor proveedor de ayuda” en Gaza, porque ha sido una prioridad responder a la crisis humanitaria y que, hasta ahora, el país ha proporcionado más de 180 millones de dólares en ayuda desde el 7 de octubre.
También recordaron que el gobierno de Biden sigue trabajando para aumentar la cantidad de ayuda que fluye a través de los pasos fronterizos existentes en Rafah y Kerem Shalom, a la vez que ha negociado con los israelíes un nuevo cruce en el norte de Gaza que podría abrirse la próxima semana.
Cuestionados por las negociaciones para el alto al fuego, los funcionarios aseguraron que esta medida supondría un alivio inmediato para la población de Gaza, por lo que esperan que Hamás acceda a liberar rehenes vulnerables, entre ellos mujeres, ancianos, enfermos y heridos.
Los funcionarios no quisieron hacer estimaciones sobre si será posible un alto al fuego temporal antes de que empiece el mes sagrado del Ramadán este domingo, porque la negociación es “extremadamente difícil”.
El mandatario estadounidense ya avisó el pasado martes que, sin acuerdo antes del inicio del mes sagrado, la situación podría volverse muy peligrosa y señaló que la posibilidad de uuna tegua de seis semanas en la Franja de Gaza y la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos se encuentra ahora “en manos de Hamás”.
En tanto, Hamás dijo el jueves que su delegación abandonó El Cairo, lo que hace muy improbable que los mediadores puedan cerrar un acuerdo antes del inicio del mes sagrado musulmán del Ramadán.
Funcionarios egipcios habían dicho que las negociaciones llegaron a un "punto muerto" debido a la exigencia de Hamás de un proceso que culmine con el final de la guerra.
Pero no descartaron un acuerdo antes del Ramadán, que se espera que comience el domingo y se había convertido en una fecha límite informal.
El vocero de Hamás, Jihad Taha, apuntó que Israel "se niega a comprometerse y a dar garantías sobre el alto al fuego, el regreso de los desplazados y la retirada de las zonas de su incursión", pero añadió que las negociaciones continúan y se reanudarán la próxima semana. Israel no realizó comentarios.
Con información de EFE y AP