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Culpa Trump a sistema de control aéreo "obsoleto" por colisión entre avión de pasajeros y helicóptero militar en Washington
Jueves 6 de Febrero de 2025
MURIERON 67 PERSONAS

Culpa Trump a sistema de control aéreo "obsoleto" por colisión entre avión de pasajeros y helicóptero militar en Washington

Trump dijo que “ocurrieron muchos errores” el 29 de enero, cuando un vuelo de American Airlines que venía de Wichita, Kansas, chocó contra un helicóptero del Ejército mientras el avión estaba a punto de aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan

Créditos: AP
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AP.- El presidente estadounidense Donald Trump culpó este jueves de la colisión mortal de la semana pasada entre un avión de pasajeros y un helicóptero del Ejército, a lo que dijo es un sistema informático “obsoleto” utilizado por los controladores de tráfico aéreo de Estados Unidos.

Se comprometió a reemplazarlo después de que funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) le informaran a congresistas que la tecnología avanzada de monitoreo disponible en el helicóptero estaba desactivada.

Durante un evento de oración, Trump dijo que “ocurrieron muchos errores” el 29 de enero, cuando un vuelo de American Airlines que venía de Wichita, Kansas, chocó contra un helicóptero del Ejército mientras el avión estaba a punto de aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan cerca de Washington. Las 67 personas que viajaban en ambas aeronaves perdieron la vida.

El senador republicano Ted Cruz dijo el jueves que funcionarios de la NTSB les comunicaron a los senadores que el Sistema de Vigilancia Dependiente Automática—Radiodifusión (ADS-B, por sus siglas en inglés) del helicóptero, una tecnología de monitoreo aéreo que transmite la ubicación de la aeronave y otros datos al control de tráfico aéreo y otras aeronaves, estaba apagado.

“La razón para apagarlo no parece justificada”, señaló Cruz. “Y en este caso, se trataba de una misión de entrenamiento, por lo que no había una razón de seguridad nacional imperiosa para que el ADS-B estuviera apagado”.

Los funcionarios de la NTSB también informaron a los medios de comunicación que probablemente la tripulación del helicóptero llevaba puestas gafas de visión nocturna.

Poco después de la tragedia, Trump culpó a los programas de contratación en los que se hace énfasis en la diversidad. Pero el jueves culpó al sistema informático utilizado por los controladores de tráfico aéreo del país.

Durante un discurso en el Desayuno Nacional de Oración en el Capitolio federal, Trump señaló que el gobierno estadounidense gastó miles de millones de dólares en “renovar un sistema viejo y averiado” en lugar de invertir en uno nuevo. Dijo que en su jet privado utiliza un sistema de otro país cuando aterriza, ya que su piloto dice que el sistema que se usa en Estados Unidos es obsoleto.

“Creo que lo que va a suceder es que todos nos vamos a preparar y vamos a hacer un gran sistema computarizado para nuestras torres de control”, manifestó.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, y el multimillonario Elon Musk dijeron que el equipo de Musk en el Departamento de Eficiencia Gubernamental ayudará a actualizar rápidamente el sistema de seguridad aérea de la nación.

La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha estado trabajando desde mediados de la década de 2000 para actualizar el sistema de control de tráfico aéreo a través de su programa NextGen.

Preocupación "antigua"

Desde hace años, funcionarios federales han expresado su preocupación por el hecho de que el sistema de control de tráfico aéreo se encuentre sobrecargado y enfrente escasez de personal, especialmente después de una serie de incidentes en los que aeronaves estuvieron a punto de chocar en aeropuertos de Estados Unidos. Entre las razones que han citado para la falta de personal están salarios no competitivos, turnos largos, formación intensiva y jubilaciones obligatorias.

Trump señaló que, si la nación hubiera tenido un sistema más moderno, se habrían activado alarmas cuando el helicóptero Black Hawk, que se encontraba en un entrenamiento, hubiera alcanzado la misma altitud que el avión.

Sin embargo, un informe de la FAA posterior al choque indicó que el controlador sí recibió una alerta de que el avión y el helicóptero estaban convergiendo cuando aún estaban a más de 1.6 kilómetros de distancia. El controlador respondió preguntándole al helicóptero si tenía el avión a la vista, y le pidió que pasara detrás del avión. El helicóptero respondió que sí tenía el avión a la vista.

La FAA especificó claramente el jueves que se va a asegurar que los helicópteros y los aviones ya no compartan el mismo espacio aéreo sobre el río Potomac.

Un enfoque temprano de la investigación ha sido confirmar la altitud del avión y del helicóptero. La grabadora de datos del jet mostró que tenía una altitud de 99 metros, con una variable de más o menos 7.6 metros.

Los datos del sistema de control de tráfico aéreo del aeropuerto dejan entrever que el helicóptero se ubicaba por encima de su techo de vuelo de 61 metros. La pantalla que el controlador estaba mirando esa noche mostraba que, según el radar y otros datos, el helicóptero estaba a 91 metros, señaló la NTSB, e hizo notar que la cifra habría sido redondeada al centenar de pies (30 metros) más cercano.

Para obtener información más precisa, los investigadores necesitan poder examinar los restos del Black Hawk. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército indicó el jueves por la tarde que todos los componentes principales del helicóptero y del jet han sido sacados del río. Equipos de salvamento trabajarán para extraer escombros menores por medio de cestas durante los próximos 10 días antes de finalizar el trabajo el 16 de febrero.

“Continuaremos avanzando en los próximos días hasta que estemos seguros de que el río es seguro para la navegación y que los elementos de valor probatorio se hayan recuperado y proporcionado a las autoridades correspondientes”, indicó el coronel Francis Pera, el comandante del Cuerpo para el distrito de Baltimore.

Fue el peor desastre aéreo en Estados Unidos desde el 12 de noviembre de 2001, cuando un jet cayó sobre un vecindario de la ciudad de Nueva York poco después de despegar. Murieron las 260 personas a bordo y 5 en tierra.

Luego del choque sobre el Potomac, hubo preocupación de que los empeños de Trump para reducir el tamaño de la fuerza laboral federal pudieran agravar la escasez de controladores de tráfico aéreo si algunos de ellos aceptaban las ofertas de renuncia diferida enviadas a todos los empleados federales la semana pasada. Pero los controladores fueron informados por su sindicato el jueves de que ciertos puestos dentro de la Administración Federal de Aviación, incluidos los suyos, estaban exentos.

La Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo indicó en su correo electrónico a los miembros que puestos adicionales podrían estar exentos con base en las “responsabilidades de seguridad nacional o seguridad pública” de los empleados. El sindicato ya había recomendado a sus miembros que rechazaran las ofertas, las cuales fueron efectuadas un día antes de la colisión aérea.