EFE.- El gobierno de Donald Trump no presentó ningún proyecto de resolución contra el fentanilo en la reunión más importante de la ONU sobre drogas, que comienza este lunes en Viena, pese a que la lucha contra ese opioide es la principal justificación para imponer aranceles a México, Canadá y China.
Durante la anterior presidencia del demócrata Joe Biden, Estados Unidos presentó numerosas iniciativas en la Comisión de Estupefacientes, el máximo órgano multilateral en políticas de drogas, centradas en su mayoría en fortalecer el control internacional de precursores químicos para fabricar fentanilo y otros narcóticos sintéticos.
El año pasado, el entonces secretario de Estado, Antony Blinken, participó incluso en la reunión y pidió más unidad internacional para luchar contra las drogas sintéticas, como los opioides, cuyo consumo es la principal causa de muerte en su país en el grupo de edad de 18 a 45 años.
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En 2023, las sobredosis mataron en Estados Unidos a casi 110 mil personas, y la mayoría de los fallecimientos fueron causados por el fentanilo, un analgésico sintetizado por primera vez en 1960 con fines médicos y que organizaciones criminales fabrican de forma ilegal.
Blinken también llamó entonces a los países a unirse a la Coalición Global para las Amenazas de las Drogas Sintéticas, que lidera Washington y que reúne a más de 150 países, y anunció la donación de 170 millones de dólares para luchar contra la amenaza de los narcóticos a escala global.
Esa donación contrasta también con los recortes drásticos de Trump a los programas de ayuda internacional al desarrollo que, según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, van a afectar también a programas de lucha contra las drogas.
La ausencia de cualquier proyecto de resolución por parte de Estados Unidos después de años de gran actividad resulta llamativa.
Una fuente diplomática, que pidió no ser identificada, señaló que la ausencia de iniciativas no resulta tan sorprendente si se tiene en cuenta el desprecio mostrado por la administración Trump hacia los foros multilaterales.
Otra fuente, que también pidió el anonimato, señaló que es probable que exista un periodo de transición y que el gobierno de Trump todavía esté recalibrando sus políticas internacionales sobre drogas.
La amenaza de las drogas sintéticas
La reunión que comienza este lunes en Viena y que se prolonga hasta el viernes está centrada este año en la proliferación de las drogas sintéticas, que son más fáciles de producir y más difíciles de rastrear que las de origen vegetal.
El auge de esas drogas es atribuido por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) a la mayor facilidad para producirlas y transportarlas, así como a la posibilidad de esquivar los controles legales modificando la fórmula química de las sustancias.
"Los gastos operacionales son más bajos por la flexibilidad geográfica para las instalaciones de fabricación, por efecto de la globalización (...), porque es más sencillo adquirir y sintetizar las sustancias químicas y porque hay más oportunidades de diversificación", explica en su informe anual la JIFE, un órgano independiente de la ONU que vela por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas.