Los cuerpos de los migrantes guatemaltecos, que fueron asesinados y calcinados en el estado de Tamaulipas, México, fueron inhumados este domingo en compañía de sus familiares y amigos en Guatemala, a siete semanas de que ocurrió el crimen.
Los restos de los migrantes llegaron desde ayer a su pueblo natal, Comitancillo (de donde eran la mayoría), donde iniciaron los funerales y los honores para darles el último adiós.
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Varias personas asistieron al velorio de Rubelsy Tomás, una de las 16 víctimas, que inició el sábado en su propia casa para realizar su entierro este domingo.
Los restos de Elfego Miranda, otro de los migrantes, fueron acompañados por familiares, amigos y vecinos por las principales calles de su comunidad; su cuerpo fue enterrado este domingo en el cementerio de San Francisco, en Comitancillo.
El pasado viernes, día en que los cuerpos fueron repatriados, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, decretó tres días de duelo nacional por la muerte de los migrantes en territorio mexicano. A través de Twitter, el mandatario mandó su pésame a los familiares de las víctimas.
La masacre
Hace siete semanas los familiares de los 16 migrantes guatemaltecos recibieron llamadas y mensajes en los que les alertaron sobre un supuesto accidente de automóvil en la zona fronteriza de México con Estados Unidos.
El accidente que les reportaron los coyotes que los trasladaban, en realidad se trató de una masacre en el poblado de Santa Anita, municipio de Camargo.
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En el sitio, 19 personas migrantes (sólo tres de los muertos no eran guatemaltecos) fueron baleadas y sus cuerpos quemados a manos de presuntos sicarios del Cártel del Noreste, los antiguos Zetas, que buscaban a un mando del Cártel del Golfo, la organización que controla la zona en Tamaulipas.
En total fueron 19 muertos
El 22 de enero, las autoridades mexicanas documentaron el hallazgo de 19 cadáveres dentro de una camioneta calcinada en la comunidad de Camargo, al otro lado del río Bravo frente a Texas, una zona marcada durante años por las sangrientas guerras territoriales entre el crimen organizado.
La fiscalía de Tamaulipas identificó los cuerpos a través de muestras de ADN entregadas por las familias de los 16 guatemaltecos. En el lugar también fueron hallados muertos dos mexicanos y una tercera persona que aún no ha sido identificada. También se localizó otro vehículo quemado con placas del vecino estado de Nuevo León.
Hay cinco sobrevivientes que estarían siendo protegidos en Estados Unidos, según el gobierno guatemalteco.
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En México, 12 agentes enfrentan cargos de homicidio, abuso de autoridad y falso testimonio. También el Instituto Nacional de Migración (INM) anunció el cese de ocho de sus agentes por irregularidades aparentemente vinculadas con el caso.