Mientras que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, culpó a las “élites económicas y políticas” de Perú de la destitución de Pedro Castillo, el mandatario electo de Brasil, Lula da Silva, reconoció que el proceso se realizó con legalidad.

El presidente López Obrador justificó el intento de golpe de Estado emprendido por Castillo, decisión que, aseguró el mandatario, fue usada por sus adversarios para destituirlo.

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A pesar de que López Obrador señaló en su mensaje que la “no intervención” es uno de los fundamentos de la política exterior de México, calificó como “sui géneris” el argumento que utilizó el Congreso peruano para destituir a Castillo.

Por su parte, el mandatario electo de Brasil lamentó la detención de Castillo, sin embargo, reconoció que “todo caminó dentro de los moldes constitucionales”.

Además, aseguró que dio seguimiento a los “hechos que llevaron a la destitución constitucional” del expresidente peruano, por lo que dijo que espera que las fuerzas políticas en aquel país logren trabajar juntas de forma constructiva, ya que es la “única forma capaz de traer paz y prosperidad” en el país.

Los legisladores de Perú votaron la mañana de este martes a favor de retirar del cargo a Pedro Castillo por “incapacidad moral” luego de que él disolviera el Congreso horas antes, hecho que fue calificado por la vicepresidenta, Diana Boluarte, como "un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley".

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Tras la detención de Castillo, Diana Boluarte asumió el cargo ante el Congreso, con lo que se convierte en la primera mujer presidenta de Perú.

Con información de EFE