EFE.- El gobierno de Estados Unidos sancionó este miércoles al expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli (2009-2014) y lo acusó de estar involucrado en “corrupción a gran escala”.
En un comunicado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció la medida y señaló al exmandatario por haber “recibido sobornos a cambio de contratos indebidamente adjudicados” durante su mandato.
Te puede interesar: Los hijos del expresidente Ricardo Martinelli llegan a Panamá tras ser excarcelados en Estados Unidos
Estas acciones, señaló Blinken “socavan la integridad de las instituciones democráticas de Panamá”. Las sanciones, detalla el comunicado, también se extienden a sus “familiares cercanos”, prohibiéndoles la entrada a territorio estadounidense.
Martinelli es una de las 36 personas que fueron llamadas a juicio el pasado noviembre en Panamá por lavado de dinero en el caso de los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, el mayor episodio de corrupción en la historia del país.
Los hijos del expresidente Martinelli, Ricardo Alberto y Luis Enrique, fueron excarcelados el martes después de haber cumplido una condena en Estados Unidos por participar “en pagos de sobornos hechos por y bajo la dirección de Odebrecht” por un total de 28 millones de dólares.
Los hermanos Martinelli están en Panamá para que, junto con su padre, rindan cuentas ante la justicia panameña en las audiencias por el caso Odebrecht.
Te puede interesar: Prevén la salida anticipada de prisión de los hijos del expresidente panameño Ricardo Martinelli, condenados en EU por el caso Odebrecht
La investigación por este caso en Panamá se abrió en 2015, fue archivada, reabierta en 2017 – luego que la empresa confesó en Estados Unidos que había pagado millones en sobornos en una docena de países – y culminó en octubre de 2018.
En julio de 2017, Odebrecht firmó con la fiscalía panameña un acuerdo para pagar en 12 años una multa de 220 millones de dólares al Estado, el cual no se está cumpliendo.
Además de los casos en Panamá por presunto lavado, el exmandatario es investigado en España por un caso de presunta corrupción por sobornos que la constructora española FCC confesó haber pagado en Panamá, y por otro por supuesto espionaje a una mujer en Mallorca.