Reuters.- La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció el lunes que los diálogos de paz que mantiene en Cuba con el gobierno de Colombia entraron en crisis por los cuestionamientos del presidente Gustavo Petro a su comandancia.
Se trata del más reciente impasse en medio de la negociación que restableció Petro en noviembre del 2022 con el grupo rebelde, como parte de sus esfuerzos para acabar con un violento conflicto de casi seis décadas que ha dejado 450 mil muertos.
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“Los Diálogos de Paz no pueden estar sometidos a los vaivenes en las declaraciones públicas del presidente, que al final, desconoce a la delegación del gobierno, a los países garantes, a los acompañantes permanentes (la iglesia y la ONU) y a los países acompañantes”, dijo una declaración del grupo rebelde.
“La Mesa de Diálogo ha entrado en crisis y se requiere claridad de parte del gobierno, para que el camino hacia la paz se despeje y le hablemos con un lenguaje coherente al país y al mundo”, agregó.
Un portavoz del ELN aseguró que, aunque las partes continúan hablando en La Habana, no sesionan las comisiones ni la plenaria y que se entró en un paréntesis mientras el gobierno aclara su posición frente a la mesa y a la delegación del grupo rebelde.
A finales de marzo, las conversaciones también enfrentaron una crisis por la muerte de 10 militares durante un ataque del ELN en una conflictiva región del noreste del país, cerca de la frontera con Venezuela.
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La declaración del ELN se produjo días después de que Petro cuestionó en un acto con la cúpula militar en Bogotá la unidad de mando del grupo insurgente y ordenó a las Fuerzas Armadas atacar las economías ilícitas como el narcotráfico que financian a los grupos armados ilegales.
El gobierno de Colombia, que mantiene un tercer ciclo de conversaciones de paz con la administración de Petro en Cuba para buscar un cese bilateral al fuego para reducir la intensidad de la confrontación, dijo en comunicado que reconoce la legitimidad de la delegación del ELN, de los países garantes y observadores en el proceso de diálogo.
“Es imperante para nosotros dar respuesta a las comunidades y establecer, como se ha manifestado en varias oportunidades, en un cese de hostilidades entre todas las partes del conflicto, unas medidas de protección a la población y la participación de la sociedad civil como ejes centrales”, aseguró el gobierno colombiano.
El ELN, que cuenta con más de cinco mil 800 integrantes, incluidos unos dos mil 900 combatientes, es considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Las negociaciones de paz de anteriores gobiernos con el ELN, que es acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
Petro también busca iniciar negociaciones de paz con dos disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y prepara una ley para ofrecer a las bandas criminales un sometimiento a la justicia a cambio de una reducción de penas de cárcel.