AP.- Una coalición de pandillas de Haití recrudeció el sábado sus ataques contra una de las pocas comunidades de la capital haitiana que no está bajo el control de grupos criminales, con el fin de apoderarse de ella.
Después de una semana de choques con la policía en el vecindario de Solino en Puerto Príncipe, miembros de la coalición de pandillas, Viv Ansanm, volvieron a atacar, incendiando varias viviendas mientras el sindicato de agentes de la policía nacional advirtió que el área estaba bajo el control casi total de los hombres armados.
El sábado, al amanecer, imágenes publicadas en las redes sociales mostraban al vecindario sumido en humo y llamas. Las imágenes mostraron además a muchas personas abandonando el área con lo que pudieran llevar consigo. Las fuerzas de seguridad e individuos armados intercambiaron disparos, no muy lejos de la base de la policía de Solino.
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“¡Solino y Nazon están casi perdidos!”, señaló en X la mañana del sábado SPNH-17, un sindicato de agentes de la policía nacional. También exigió la renuncia de las autoridades. Nazon, otro vecindario muy cerca de Solino, también fue asaltado.
Viv Ansanm, qué significa “Vivir Juntos”, se formó en septiembre de 2023 como una coalición de dos federaciones de pandillas que habían sido enemigas. Fue responsable de varios ataques contra infraestructura gubernamental crítica en febrero, lo que provocó la renuncia del primer ministro Ariel Henry.
El jueves, las pandillas también abrieron fuego y alcanzaron un helicóptero de la ONU, obligándolo a aterrizar de emergencia en Puerto Príncipe, y el viernes, una aerolínea estadounidense canceló temporalmente sus vuelos a la capital. Desde la semana pasada, residentes de Solino han llamado a las estaciones de radio pidiendo ayuda mientras abandonan sus viviendas.
En Solino, Garry Jean-Joseph, de 33 años, culpó a la policía de la constante violencia. “Me quedé sin nada”, dijo. “La gente de Solino no comprende la noche anterior, la conspiración de los policías y los soldados de Viv Ansanm”.
El residente describió cómo, a las 2:00 de la madrugada, un policía en un vehículo blindado les dijo a los residentes que se fueran a casa y que ellos protegerían el vecindario. Sin embargo, poco después, pudieron oír a las pandillas invadiendo la zona. “La policía entregó a Solino”, añadió.
Algunos agentes de la Policía Nacional de Haití han sido acusados desde hace tiempo de corrupción y de trabajar con las pandillas.
Los ataques han desplazado a más de 10 mil personas en la capital en tan sólo una semana, según un informe publicado el jueves por la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU. Más de la mitad de las personas que quedaron sin hogar se hacinaron en 14 refugios improvisados, instalados en lugares como escuelas. Los demás se alojan temporalmente con familiares.
Las pandillas controlan 80% de Puerto Príncipe, aunque varias comunidades, como Solino, han combatido los intentos de control por parte de las pandillas. En los últimos días, conforme aumenta la violencia de las pandillas en la capital haitiana y fuera de ella, han surgido preocupaciones debido a que una misión encabezada por policías kenianos y respaldada por la ONU enfrenta dificultades para contener los disturbios. Miles de personas han sido asesinadas o lesionadas este año, y más de 700 mil han quedado sin hogar en los últimos años.
Autoridades estadounidenses y haitianas, entre las que está el presidente interino de Haití, Leslie Voltaire, han dicho que la misión keniana carece de personal y financiación, y han solicitado que sea reemplazada por una fuerza de paz de la ONU.
A principios de este año, varios ataques coordinados de las pandillas obligaron al gobierno a cerrar el principal aeropuerto internacional de Haití durante casi 3 meses.