AP.– El gobierno guatemalteco presentó el jueves una denuncia por supuestas anomalías en la compra de millones de vacunas rusas contra la Covid-19 que hizo la administración del expresidente Alejandro Giammattei durante la pandemia.
El procurador general de la nación, Julio Saavedra, y el ministro de Salud, Óscar Cordón, fueron los encargados de hacer la denuncia sobre el contrato de compra de las vacunas Sputnik en el que habrían detectado irregularidades.
Según Saavedra, se habrían cometido por lo menos tres delitos: abuso de autoridad, incumplimiento de deberes y malversación de fondos.
El gobierno de Giammattei negoció bajo total secreto la compra de 16 millones de vacunas rusas, de las cuales se habrían pagado y recibido la mitad. De estas, cinco millones habrían vencido antes de ser utilizadas.
En conferencia de prensa, el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, dijo que este caso representa cómo la corrupción alcanzó y afectó a la población guatemalteca.
El procurador general explicó que el contrato —redactado en inglés, algo que no permite la ley en el país— se realizó con un intermediario que no era el productor de las vacunas, lo que violaba el mismo acuerdo establecido por el gobierno de Giammattei para transparentar las compras durante pandemia.
LLC Human Vaccine fue la entidad intermediaria que habría firmado el contrato junto a la entonces ministra de salud, Amalia Flores, que es una de las denunciadas. “Se hizo con una serie de condiciones y aspectos que son contrarios a los intereses del Estado. Una contratación abusiva y en contra del Estado”, recalcó Saavedra.
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El funcionario dijo que entonces el Ministerio de Salud autorizó el pago de regalías a la entidad intermediaria. Saavedra confirmó que en el contrato se fijó un límite de 100 mil dólares de indemnización, para el caso de que el Estado guatemalteco demandara. La compra supuso un pago de más de 80 millones de dólares.
El presidente Arévalo reprochó que en momentos difíciles y amargos como los vividos durante la pandemia, donde la población estaba a merced de una enfermedad que no se conocía, “los corruptos en Guatemala vieron la oportunidad de beneficiarse impunemente a costa de la salud de la población, a costa de vidas humanas”, dijo.
Arévalo reclamó que este caso es trágico y una muestra del “cáncer de la corrupción”. Señaló que “quienes cometieron estos actos no solo demostraron su falta de compromiso con la Administración pública, sino que estaban dispuestos a afectar la vida y salud de sus compatriotas”, dijo Arévalo.
“Todo esto se engloba en un deprecio total y absoluto a la jerarquía constitucional y al principio de legalidad que debe tener los funcionarios públicos”, dijo Saavedra.
“Los que se está denunciando es la posible comisión de delitos derivados de la contratación y compra de las vacunas”, dijo el procurador brevemente a periodistas y agregó que el presidente Bernardo Arévalo dará los detalles de la denuncia en una conferencia de prensa.
“La corrupción cuesta vidas y no debe permanecer impune”, dijo el comisionado contra la corrupción, Santiago Palomo, al exigir al Ministerio Público investigar las denuncias de corrupción presentadas.