El exembajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, llamó a la oposición venezolana a derrocar al presidente Nicolás Maduro, y comparó las movilizaciones de este sábado con el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez, ocurrido el 23 de enero de 1958.
“Amigos venezolanos, hoy 17 de agosto es el nuevo 23 de enero. Hoy termina la tiranía, la miseria, el odio, y el miedo”, expresó Landau en un mensaje dirigido a los venezolanos en su cuenta de X.
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Las palabras de quien fuera el representante del gobierno de Donald Trump de 2019 a 2021 en México se difundieron en sus redes sociales mientras miles de personas salieron a las calles de Venezuela y en más de 350 ciudades del mundo para exigir el reconocimiento del triunfo presidencial de Edmundo González Urrutia.
Para Landau, la lucha del pueblo venezolano no era entre “la izquierda y la derecha”, sino entre “el bien y el mal, el Estado de derecho contra el Estado criminal”.
“Lo único que tiene el bruto de Maduro es la violencia”, afirmó el diplomático. “Toda la solidaridad de los pueblos civilizados está con ustedes. Fuerza. ¡Viva Venezuela libre!”, indicó el estadounidense.
El 23 de enero de 1958 terminó el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, quien dejó el gobierno tras protestas en las calles y alzamientos de las Fuerzas Armadas y huyó al extranjero.
Este sábado, miles de opositores venezolanos se movilizan en las principales ciudades del país, en defensa de la verdad de las presidenciales del pasado 28 de julio, en las que la mayor coalición opositora asegura que ganó su abanderado, Edmundo González Urrutia, pese al resultado oficial que dio el triunfo al mandatario, Nicolás Maduro.
En Caracas, los manifestantes comenzaron a llegar al punto de la convocatoria con mucha antelación respecto a la hora fijada, portando banderas, pancartas y copias de las actas de votación, como pidió la líder opositora María Corina Machado en redes sociales desde el pasado martes, día en que se lanzó la convocatoria.
En el exterior, se convocaron movilizaciones en más de 350 ciudades del mundo, tanto en América como en el resto de los continentes, donde manifestantes mostraron carteles para exigir también la libertad de los cientos de detenidos.