Morena acusó este lunes a la alcaldesa electa de Álvaro Obregón, Lía Limón, y a los alcaldes de la Unión de Alcaldías de la Ciudad de México (UNACDMX) de “provocar y comenzar a golpear a policías” capitalinos, tras enfrentamiento en las inmediaciones del Congreso capitalino.
El partido señaló que el enfrentamiento de esta mañana, en el que resultó herida Limón, es una “campaña sucia” emprendida por los alcaldes de oposición para “crear una percepción de ingobernabilidad y violencia política” en la Ciudad de México.
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También aseveró que la campaña es “otra de las artimañas orquestadas” por los integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) en la capital, a quienes acusó de incitar a la confrontación “de la cual buscan victimizarse”.
“Queda claro que su estrategia será valerse de artimañas, montajes y shows mediáticos ante la total desesperación en la que se encuentran. Morena les hace un llamado puntual a que se serenen, a que depongan su actitud provocadora que han asumido desde semanas atrás”, dijo la institución política en un comunicado.
El partido reiteró que la presencia de los elementos policiacos en las inmediaciones del recinto legislativo de la CDMX fue solicitado por “escrito y en uso de sus facultades” por Patricia Báez, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso.
Apuntó también que el secretario de gobierno de la CDMX, Martí Batres, se encontraba en una reunión con los coordinadores parlamentarios locales del PAN, PRI y PRD, “mientras esta provocación tenía lugar”.
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PRI en Cámara de Diputados condena la agresión
El grupo parlamentario del PRI de la LXV Legislatura condenaron la agresión a los alcaldes electos de oposición en la capital del país, al tiempo que manifestaron su “respaldo absoluto”.
La bancada del PRI exigió a las autoridades correspondientes realizar una investigación de los hechos, identificar a los autores de la agresión, así como el castigo a quienes resulten responsables.
Los legisladores demandaron que el gobierno encabezado por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, debe garantizar que “todo acto político o de gobierno se resuelva mediante el diálogo, no con confrontaciones”.