AP.- Un nuevo enfrentamiento armado entre reclusos de una penitenciaría en Ecuador dejó al menos 13 presos asesinados, tres días después que en otro motín carcelario murieran 16 internos, entre ellos un capo del narcotráfico, informaron las autoridades el jueves.
El hecho ocurrió en la penitenciaría del Litoral, en la ciudad portuaria de Guayaquil, informó el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad, que precisó que la policía aún cumple operativos para ingresar a todos los pabellones de ese centro carcelario para verificar la situación.
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Las autoridades penitenciarias dijeron que los enfrentamientos en la cárcel de Guayaquil con armas blancas y de fuego también dejaron 16 internos heridos, además de seis policías, uno con un tiro en la cabeza. La disputa empezó la tarde del miércoles en esa prisión, una de las más conflictivas del país.
Desde hace un par de años, las prisiones estatales de Ecuador se han convertido en escenario de sangrientos choques entre grupos rivales de presos, algunos de ellos relacionados con carteles colombianos y mexicanos de las drogas.
El analista en temas de seguridad regional de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales con sede en Quito, Freddy Rivera, en diálogo con The Associated Press señaló que las matanzas carcelarias son disputas de poder de clanes criminales "que tienen emboscado al Estado ecuatoriano", con creciente dominio sobre la justicia, la fiscalía y la policía de este país.
Destacó que las cárceles son sitios donde se planifica y se expande el crimen organizado. "Son una especie de centros de mando y control criminal", subrayó el experto.
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La tarde del miércoles circularon vídeos en redes sociales en los que se escuchan balaceras, explosiones y se observa humo saliendo de esa prisión, una de las más violentas y peligrosas de Ecuador, donde en septiembre del año pasado se registró la matanza de 125 presos, la más grande registrada en el país andino.
De acuerdo con las autoridades, las disputas se dan por el control de rutas y territorios para la distribución de droga a nivel nacional e internacional. En las afueras de ese recinto se congregaron decenas de familiares que a gritos buscaban información de sus allegados e incluso agredieron con piedras a la policía que se defendió con gas pimienta.