Los negocios ilícitos de Edén Guadalupe Villarreal, alias "La Teniente", en el reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla siguen intactos.
A 13 días de su traslado a un penal federal, internas de Santa Martha revelaron a Latinus que Grisel Vaylón Tovar, esposa de "La Teniente", ha visitado Santa Martha en tres ocasiones para recabar el dinero que generan la venta de drogas, jugos, licuados y el cobro por el uso de las mesas en el área de visitas.
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Latinus reveló la semana pasada que "La Teniente" tomó el control de Santa Martha desde hace dos años, cuando ingresó al penal. Ahí ejerció un reinado de extorsión, drogas y corrupción que acabó el pasado jueves 12 de octubre cuando fue trasladada a otro penal.
Los testimonios de las internas indican que horas después de que "La Teniente" dejara esa prisión, Grisel Vaylón Tovar acudió a Santa Martha para llevarse a "Gricesito", el gato persa que tenía Edén Guadalupe Villarreal como mascota, y que ha regresado los sábados 14 y 21 de octubre.
El sábado pasado, la novia de "La Teniente" se presentó en el penal, aunque esa vez sólo llegó hasta la escalera de acceso a las distintas salas de visita para recibir el dinero producto de extorsiones dentro del penal. Las reclusas consultadas por Latinus aseguran que el dinero lo entregó la interna Noemí Cruz, encargada de hacer los cobros a nombre de "La Teniente" en los dormitorios A y B.
Internas de Santa Martha detallan a Latinus que "La Teniente" tenía autorizado por parte de Adriana Villeda, directora del penal de Santa Martha, la venta de cocteles, jugos y licuados, lo cual sigue vigente y funciona como si Edén Guadalupe Villarreal no se hubiera ido.
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Corrupción evidenciada
El traslado de "La Teniente" provocó una crisis entre autoridades del penal, quienes han amenazado a personal a su cargo por compartir información y hacer visible la corrupción que existe al interior del penal de Santa Martha. Además, las autoridades carcelarias endurecieron las medidas de acceso a la visita, incluso han negado el acceso a varias personas.
El domingo 22 de octubre, Patricia Romero Hernández, jefa de seguridad, amenazó a sus subordinados con tomar cartas en el asunto contra la custodia que habló con Latinus sobre los negocios y la corrupción de "La Teniente" en el penal. La funcionaria fue señalada de tener varias denuncias y haber recibido una camioneta color plata como regalo de "La Teniente".
Ese día, Cynthia, una custodia asignada a la aduana, exigió a Romero que no se desquitara con el personal, porque es el que hace el trabajo sucio y solamente ella, es la que recibía dinero por parte de Edén Guadalupe Villarreal.
Romero sólo la escuchó, siguió con el regaño general, pero se encerró posteriormente en su oficina con Cynthia, a quien mandó descansar sin goce de sueldo.
Adriana Villeda, directora del penal de Santa Martha Acatitla, quien de acuerdo a los testimonios recibió de "La Teniente" una camioneta Toyota color rojo, el 12 de octubre canceló sus recorridos por el penal y también la supervisión de los días de la visita, para reanudarlos el pasado lunes 23, cuando ordenó restringir el uso de las cabinas telefónicas a las internas.
"Las llamadas telefónicas sólo serán por 15 minutos", dicen los letreros que están pegados en los muros del penal, principalmente en el edificio o dormitorio B.