La Compañía de Jesús en México señaló este domingo que rechazan celebrar el asesinato de José Noriel Portillo Gil, alias "El Chueco" y presunto responsable del homicidio de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, pues muestra la barbarie y el fracaso de las instituciones.
"En la mesa de instalación del pasado 16 de marzo, la Compañía de Jesús rechaza celebrar el asesinato del perpetrador de los hechos. Al contrario, creemos que es un momento lamentable, pues muestra que estamos frente a más barbarie y ante el fracaso de nuestras instituciones", dijo el sacerdote Luis Gerardo Moro Madrid, provincial de Jesuitas México, en un video.
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Señaló que para la Iglesia, el asesinato de "El Chueco", quien llevaba nueve meses prófugo, no representa justicia, sino una deuda vigente para la Sierra Tarahumara.
"Ante la confirmación científica de identificación del responsable de los asesinatos de nuestros hermanos jesuitas Javier y Joaquín reiteramos que estos hechos no representan la justicia tan anhelada para la Compañía de Jesús. A los jesuitas no nos mueve el ánimo de venganza, sino de justicia debida, con tristeza advertimos que la deuda de justicia sigue vigente para la Sierra Tarahumara y para tantos rincones de este país", dijo.
Moro Madrid afirmó que "hoy más que nunca" se necesita garantizar seguridad para la comunidad de la Sierra Tarahumara, además de que el gobierno debe acatar las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
"Durante los próximos meses estaremos invitando a construir memoria e impulsando la construcción de paz, con verdad y justicia. De ninguna manera nos acostumbraremos a la violencia deshumanizante", alertó.
En junio del año pasado, los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, el guía de turistas Pedro Palma y Paul Berrelleza fueron asesinados en la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua, presuntamente por "El Chueco".
La semana pasada, el cuerpo de un hombre fue hallado en el municipio de Choix, Sinaloa. Tras pruebas de ADN se confirmó que se trataba de "El Chueco“, por quien la fiscalía de Chihuahua ofrecía una recompensa de 5 millones de pesos por ayuda para capturarlo.
Portillo Gil fue identificado como líder de una célula del narcotráfico vinculada al grupo criminal de Los Salazar, que está asociado al Cártel de Sinaloa en Chihuahua.