La Fiscalía General de Michoacán no descartó este miércoles que el crimen organizado esté relacionado con el homicidio del sacerdote de la parroquia de Capacho, Javier García Villafaña.
En conferencia de prensa, el fiscal Adrián López Solís afirmó que el caso podría ser aclarado en breve de acuerdo con la línea de investigación que se sigue, pero no ofreció más detalles.
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“Estamos consolidando una línea de investigación, cuyas características les pido la comprensión para podérmelas reservar”, declaró a los medios de comunicación.
El cuerpo del religioso fue encontrado este lunes dentro de su automóvil en medio de una carretera a la altura de la población de Capacho, en el municipio de Huandacareo y presentaba diversas heridas por arma de fuego.
“El estilo de los elementos en la escena del crimen, nos puede remitir a una firma de un determinado comportamiento criminal, puede tener una relación con, pero en este momento ni lo podríamos afirmar, ni lo podríamos descartar, es una posibilidad”, añadió.
García Villafaña había sido asignado a la parroquia de Capacho, municipio de Huandacareo, adonde llegó hace un mes, informó el Centro Católico Multimedial.
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Con la muerte de García Villafaña ya suman ocho los sacerdotes que han sido asesinados en los últimos cinco años, lo que coloca a México como uno de los países más peligrosos para el ejercicio sacerdotal.
En junio del año pasado fueron asesinados los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar en el estado de Chihuahua. Un mes antes se reportó la muerte del padre José Guadalupe Rivas, que dirigía una casa de migrantes, en el municipio de Tecate del estado de Baja California.
El asesinato de García Villafaña se reportó un día después de que la Conferencia Episcopal Mexicana expresara su solidaridad y condenara el atentado que sufrió el sacerdote Faustino Armendáriz Jiménez, arzobispo del estado de Durango.
Con información de AP.