Por Isabella González

Desde hace más de siete meses el gobierno de la Ciudad de México tiene en sus manos un plan para rehabilitar todo el tramo elevado de la Línea 9 del Metro, sin embargo, lo ha relegado pese a las advertencias de daño estructural que pone en riesgo la seguridad de usuarios y las instalaciones.

Con Claudia Sheinbaum como jefa de gobierno, las autoridades capitalinas decidieron no asignarle presupuesto a las obras que necesita esa línea, la cual transporta diariamente a 200 mil personas entre el oriente y el poniente de la Ciudad de México.

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Hoy ni la Secretaría de Obras y Servicios ni el Sistema de Transporte Colectivo han iniciado las licitaciones para resolver las fallas estructurales, de acuerdo con solicitudes de transparencia.

El plan de remodelación, que incluye la reconstrucción de una parte del tramo, advierte que los problemas estructurales del trayecto elevado no sólo provocan el desplazamiento de trabes, sino que también aumenta los tiempos de recorrido de los trenes, lo que ha causado aglomeraciones en las estaciones de la Línea 9 en los últimos meses.

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