Activistas y defensores de derechos humanos demandaron al Senado de la República hacer una revisión exhaustiva al plan de trabajo de Rosario Piedra Ibarra, actual presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CNDH), pues no cumplió los compromisos que hizo hace cinco años.
Este martes se llevó a cabo el parlamento abierto sobre la elección del presidente de la CNDH.
Ángela Guerrero Alcántara, de la organización CEA Justicia Social, dijo que hay muchos mecanismos de rendición de cuentas, y este momento que Rosario Ibarra pretende su reelección, debería ser un ejercicio de rendición de cuentas para que los ciudadanos sepan qué se hizo y qué no.
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“Y a mí me parece, e invito a las legisladoras y legisladores, a tomar en cuenta no necesariamente pugnas políticas, pugnas partidistas, sino simple y sencillamente tomar el programa de trabajo que la actual presidenta presentó hace cinco años ante esta propia Comisión de Derechos Humanos”, dijo.
Indicó que en 2019, Piedra Ibarra ofreció crear un diagnóstico con altos estándares de derechos humanos, transparencia y de la mano con víctimas; además, un consejo consultivo integrado por personas indígenas, personas con discapacidad, migrantes y familiares de desaparecidos, además de una comisión de promoción de garantía y diálogo.
“Esos son los indicadores que se tienen que ver, y estos no necesariamente se han cumplido”, dijo.
A su vez, Marcia Itzel Checa Gutierrez, de Fundar, afirmó que ante los altos niveles de violencia, índices de impunidad, desigualdad, debilidad del Estado derecho y una tendencia a la erosión democrática, el presidente de la CNDH debe ser alguien que cumpla la autonomía respecto del Estado y que no esté sujeta a controles que puedan limitar esa independencia.
Dijo que de acuerdo con el Examen Periódico Universal, México ha tenido un incumplimiento sustantivo en las recomendaciones al Estado mexicano.
A su vez, María Guadalupe Vega, de la organización México Unido contra la Delincuencia, dijo que quien encabece la CNDH debe responder a nuestra realidad social con un perfil que no solo entienda, sino sea cercana a las víctimas.
“La CNDH no debe ser un ente pasivo, debe brindar confianza para quienes han sido afectados por la injusticia, necesitamos un liderazgo que impulse mecanismos efectivos para que las víctimas puedan acceder a procesos de justicia y acciones de reparación y no repetición”, sostuvo.
Afirmó que la nueva titular de la CNDH debe ejercer la facultad conferida en 2016 a ese organismo para promover acciones de inconstitucionalidad cuando estas sean necesarias.
“El futuro de esta institución no puede ser una continuación del pasado”, afirmó.
En tanto, Laura Paredes Chamu, del colectivo Todeumi, expresó: “Quisiera exhortar al Senado a que el nuevo perfil se evalúe sin fines partidistas. No a la reelección. Sería incongruente para el partido que se encuentra en el poder haber una reelección, estaríamos siendo incongruentes”.
Argumentó que la presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho que es necesaria una persona que no tenga vínculos partidistas.
El senador Javier Corral, presidente de la Comisión de Justicia, dijo: “Entiendo que la evaluación, valoración, a la actual presidenta de la CNDH es un asunto prácticamente inevitable, porque es un ejercicio de rendición de cuentas”.
Cabe destacar que los próximos 24, 25 y 26 de octubre, el Senado llevará a cabo las entrevistas a los 48 aspirantes a presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos, entre ellas Rosario Piedra y Nashieli Ramírez Hernández, actual presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.