Mercenarios provenientes de Colombia, Guatemala y Estados Unidos son contratados para entrenar a los sicarios de los cárteles mexicanos en tácticas militares avanzadas, que incluyen el uso de rifles de francotirador y explosivos improvisados.
Estos mercenarios no sólo ofrecen entrenamiento, sino que también participan directamente como combatientes al servicio de sus contratantes, asegura el periodista británico Ioan Grillo, especialista en crimen organizado, en su artículo titulado “Combatientes extranjeros en la narco guerra de México”, publicado el 18 de octubre en su portal CrashOut Media.
De acuerdo con el periodista, la rivalidad entre Cárteles Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha llevado a ambos bandos a reclutar mercenarios, lo que intensifica la violencia en la región.
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Cárteles Unidos ha recurrido a mercenarios colombianos para mejorar las habilidades de sus sicarios en tácticas militares avanzadas, que incluyen el uso de rifles de francotirador y explosivos improvisados. En respuesta, el CJNG ha hecho lo propio, contratando a mercenarios extranjeros para sus operaciones paramilitares.
La llegada de mercenarios extranjeros introduce tácticas de combate sofisticadas que complican la lucha de las autoridades. Mientras los colombianos son reconocidos por su experiencia en conflictos armados, otros grupos también participan, como veteranos de las fuerzas especiales Kaibil de Guatemala, así como de pandilleros de Honduras y El Salvador.
En cuanto a los mercenarios de origen estadounidense, Grillo asegura que estos provienen de entre los exmilitares deportados a México, así como de los reclutados en su país.