En la 115 Asamblea General Ordinaria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el gobierno y los trabajadores reconocieron públicamente, por primera vez, los problemas de atención que enfrenta el instituto. Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum destacó la necesidad de atender los rezagos, los trabajadores expresaron inquietudes sobre la incertidumbre y el desamparo. Por su parte, el director general del IMSS, Zoé Robledo, admitió fallas administrativas en la atención a pacientes con Covid-19 durante 2020.
Cada quien por su cuenta, desde la presidenta, empresarios y trabajadores, coincidieron que en el IMSS no solamente hay que velar polar el bienestar de los trabajadores del sector salud, también hay que voltear a ver a los más de 77 millones de derechohabientes.
En el evento realizado en el patio central de Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo expuso su plan para atender cuatro áreas en la salud, la principal, el rezago.
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“Eso significa que tenemos que avanzar en que no haya ningún rezago que podamos atender a las y los trabajadores de manera adecuada en tiempo y en forma, que siempre haya medicamentos en los centros de salud y en los hospitales que la atención siempre sea como se merece un pueblo solidario como el pueblo de México y también en los nuevos hospitales y en los nuevos centros de salud y en el equipamiento de los actuales, y en avanzar en la integración de un solo sistema de salud”, aseguró.
El llamado de la presidenta fue luego de la crítica que lanzó la Confederación de Trabajadores de México (CTM), en voz de José Luis Carazo, quien pidió no cerrar los ojos a la “falta de medicamentos que provoca incertidumbre y desamparo entre los derechohabientes”.
“Infraestructura insuficiente que se traduce en hospitales saturados, falta de camas quirófanos y traslados en ambulancia que no siempre están disponibles, escasez de médicos, especialistas que limita la atención oportuna, tiempos de espera de más de tres meses para citas cirugías y tratamientos espera que puede costar vidas”, advirtió.
Y aunque José Luis Carazo, aseguró que no se trata de alguna crítica a gobierno, en particular remató su comentario asegurando que se requiere una “mejor coordinación y comunicación entre los tres niveles de atención médica”.
En su turno, Octavio de la Torre de Stéffano, nuevo Presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales (Concanaco-Servytur), reconoció que el sector empresarial apoya el plan de salud de la mandataria para enfrentar los retos.
“Hoy tenemos grandes retos que afrontar en materia de salud para los poco más de 133 millones de habitantes en el país y seguimos contando”, dijo.
En respuesta a los señalamientos, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoe Robledo, aceptó que hay rezagos, en el trato hacia el derecho habiente, tiempo que le dedican a los pacientes y el abasto de medicamentos.
“Cada día el IMSS surte más de 700 mil recetas, y aunque tenemos sistemas robustos que nos permiten monitorear el inventario en almacenes, en farmacias, en surtimiento, tenemos que considerar casi sean tres dos o 1% las receta no surtidas estas se pueden llegar a contar en miles al día, por ello tenemos un repertorio de medidas para llegar al 100”,
Sin mencionar alguna cifra o estadística en las fallas de atención, el director recordó que los problemas administrativos siempre han estado presentes, por ejemplo, en 2020 durante la pandemia de la Covid.
“Un domingo cuando yo estaba en la oficina del IMSS, cuando recibí una llamada de la Jefa de gobierno (de la CDMX, Claudia Sheinbaum), firme y directa me dijo que los acuerdos que habíamos hecho para reconvertir camas en hospitales del IMSS no se estaban cumpliendo y tenía razón, le pedí 48 horas y efectivamente había retrasos administrativos y logísticos, pero no podía ofrecerle pretextos trabajamos sin parar y cuando se cumplió el plazo le presenté un plan de acción y los tiempos de cumplimiento”, recordó.
Desde ese momento, recordó, fue cuando el Seguro Social se abrió a todos los pacientes.