Adriel Moreno Mejía, el niño de 11 años que falleció este miércoles en el Hospital General de Actopan, en Hidalgo, tras ser agredido por compañeros de la primaria en la que estudiaba, fue sepultado este jueves en el panteón Santiago de Anaya, de acuerdo con reportes de medios locales.

Durante el entierro, el padre del niño, Obed Moreno Salvador, acusó al personal de la Escuela Primaria Benito Juárez, ubicada en la localidad de Xitzo —donde el pasado 7 de marzo ocurrió la agresión—, por no haber pedido atención médica oportuna para salvar la vida de su hijo.

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"Al director lo culpo porque agarró a mi hijo como si fuera un animal, cuando él tenía que agarrar y llamar a la ambulancia, al 911, y no lo hizo. La maestra, ¿dónde estaba? Fue en un horario de clase, no fue ni en hora de recreo", acusó ante medios de comunicación.

El padre narró que, después de la agresión, el director de la escuela llevó a la víctima en su auto particular hasta su domicilio y le aconsejó que le hicieran unas placas.

“Cuando me lo dejaron en casa estaba llorando, quejándose de dolor, al director le valió, no le importó. Lo único que dijo fue: 'Sáquenle una placa del hombro y ahí me avisan qué pasa'”, recordó.

Añadió que varios de los compañeros de su hijo se han acercado para contarle cómo el director subió de manera agresiva a Adriel a su vehículo. Recordó que cuando lo entregó, no dio detalles sobre lo que sucedió.

“Esto no fue un accidente, a mi hijo lo asesinaron, lo mataron a golpes”, insistió.

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Al respecto, las autoridades estatales informaron a Latinus que existe una carpeta de investigación que se abrió por lesiones, pero que ahora deberá modificarse tras la muerte del menor.

Hasta el momento no hay imputados por el caso.