Por Fernando Miranda/Corresponsal
Oaxaca.- A principios de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañado de Jorge Nuño, secretario de Comunicaciones, inauguró la autopista Barranca Larga-Ventanilla, que reducirá de seis a dos horas y media el trayecto de la capital del estado a la costa.
En la ceremonia, el presidente dijo que se pensaba retrasar la apertura por unas horas para afinar algunos detalles pero en el último momento ordenó que se abriera la vía, pese a que las casetas de cobro no están listas y, de hecho, una ni siquiera está construida.
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Latinus hizo un recorrido por la autopista de 104 kilómetros de extensión y encontró que en al menos una veintena de puntos las obras no han concluido: hay puentes que no están terminados y parecen casi en obra negra ya que ni siquiera se han completado los pilares que deben sostenerlo.
Adicionalmente, faltan entronques y en esos sitios los conductores son desviados a caminos de terracería mientras los trabajos continúan. En la ceremonia de inauguración se anunció que habría más trabajos pero no se explicó cuando estará lista la obra.
La autopista costó 13 mil millones de pesos y tardó casi tres gobierno en concluirse; se espera que 4 mil 500 automovilistas la utilicen diariamente, pero por el momento es imposible saber cuántos han circulado por ahí porque las casetas aún no operan y la vísa sigue siendo gratuita:
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