Por Jaime Luis Brito/Corresponsal
?Morelos.- El obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, salió esta noche del Hospital Morelos de Cuernavaca, institución privada a la que fue traslado el lunes pasado por la noche, luego de pedir su egreso voluntario del hospital público donde se encontraba; el prelado fue trasladado en una ambulancia hacia su domicilio alrededor de las 7:30 de la noche de este jueves.
En tanto, su nuevo abogado, Luis Alberto Gasca Cisneros, aseguró que las declaraciones realizadas por el titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), José Antonio Ortiz Guarneros, en el sentido de dudar del secuestro exprés y filtrar documentos oficiales respecto al supuesto estado en que fue encontrado el prelado, representan una revictimización y podrían constituir daño moral en su contra.
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En entrevista a las afueras del hospital, señaló que incluso, el jefe policiaco utiliza “las armas” del Estado para revictimizar a su cliente. Dijo que mientras no termine la investigación que realiza la fiscalía, no se pueden hacer afirmaciones, además de que acusó a Ortiz Guarneros de difundir información que es fundamental para la investigación.
Dijo que las funciones de Ortiz Guarneros no incluyen la investigación, sino la prevención del delito, pero sostuvo que es claro que sí tiene posibilidades de retener videos y recordó que no se pueden hacer imputaciones a la ligera, que se deben tener todas las evidencias, por lo que no descartó la posibilidad de imponer una demanda por daño moral contra quienes haya hecho pública información parcial sobre el caso.
Por su parte, el titular de la CES afirmó que no existen evidencias para hablar de un secuestro exprés en el caso del obispo. Luego lanzó la responsabilidad a la fiscalía de demostrar lo dicho por su titular Uriel Carmona desde el lunes por la tarde, en el sentido de que el obispo habría sido víctima de un secuestro.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) agradeció este jueves a las personas, grupos e instituciones por su “genuina preocupación” en el caso del obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.
“Pedimos respetuosamente, que se eviten conjeturas y especulaciones que enrarecen el caso de forma innecesaria, tomando en cuenta la dignidad humana”, se lee en un comunicado emitido en redes sociales.