El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este viernes que su hijo Gonzalo “Bobby” López Beltrán, quien visitó ayer a Claudia Sheinbaum en su casa de transición, le ha asegurado que no trabajará en el gobierno y que se encargará de la fábrica de chocolates que tiene en sociedad con su hermano Andrés.
“Gonzalo ha ayudado como honorífico en el Tren Interoceánico, pero no cobra y no va a trabajar en el gobierno. Cuando me dijo eso, me sentí contentísimo. Se va a hacer cargo de la fábrica de chocolates, que tiene en sociedad con Andrés”, respondió el mandatario federal a la consulta sobre su opinión de la visita de su hijo a la virtual presidenta electa.
Sigue leyendo: “Buenísimos todos”: López Obrador elogia a integrantes de su gobierno y de Morena que formarán parte del gabinete de Sheinbaum
El presidente López Obrador aprovechó para referirse a sus cuatro hijos, de quienes dijo que “son honestos, no son corruptos”.
“Tengo la fortuna de tener cuatro hijos, que los quiero mucho. Ya ven que los padres no podemos hablar mal de los hijos. No siempre nuestros hijos son los mejores, pero estos se han portado muy bien, porque han aguantado todo. Y son honestos, no son corruptos (…) y me dan mucho gusto y mucha satisfacción, porque no son ricos”.
Los comentarios del presidente tienen relación con los reportajes de Latinus que han presentado los negocios de sus hijos y los amigos de estos, y la red de tráfico de influencias en obras insignia como el Tren Maya.
El pasado 9 de enero, Latinus publicó una investigación que expone que Gonzalo López Beltrán es el articulador de una red de negocios y de tráfico de influencias que controla miles de millones de pesos en la construcción del Tren Maya.
Así lo reveló Amílcar Olán, íntimo amigo de los hermanos Andy y Gonzalo López Beltrán, y contratista que recibió millones de pesos del gobierno morenista de Quintana Roo por la venta de medicamentos, como lo publicó Latinus el pasado 6 de diciembre.
A través de una serie de audios a los que Latinus ha tenido acceso, Amílcar detalla cómo Gonzalo, quien se hace llamar “Bobby”, da órdenes, supervisa los tramos del Tren Maya y es quien opera el millonario negocio del balasto, que es la piedra triturada que va debajo de las vías del tren.
En los audios, se establece la relación de amistad, confianza y cercanía que hay entre Amílcar y el tercer hijo del presidente López Obrador. Son decenas las menciones que Amílcar hace de Gonzalo, a quien no sólo llama por su apodo, también lo trata cariñosamente como “Gonzalito”.