Reuters.- La fiscalía de Sinaloa dijo este miércoles que investiga la desaparición de dos escoltas del narcotraficante Ismael "El Mayo" Zambada, que no han sido localizados desde el día que el capo fue detenido en Estados Unidos junto con el hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
José Heras, actual jefe de la Policía Judicial de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, un exagente de investigación en la misma región, fueron reportados por sus familiares como desaparecidos, informó a periodistas la fiscal Sara Quiñonez.
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Ayer se presentó una denuncia por la desaparición de Heras, pero los familiares "no aportan datos", explicó Quiñonez a los reporteros. Sobre Heras —detalló— las autoridades también abrieron un proceso legal en su contra y "en el caso de que él aparezca con vida", será detenido. "Actualmente está suspendido", añadió.
La funcionaria comentó que el agente estaba de vacaciones desde el 15 de julio y que sus familiares reportaron que el día de la desaparición iba a visitar a un pariente. Una fuente de la fiscalía confirmó a Reuters que Chaidez fue por varios años miembro activo de las fuerzas de seguridad, en el área de investigación, aunque no dio más detalles.
El gobierno mexicano ha afirmado que desconoce las condiciones en que autoridades estadounidenses lograron la detención de Zambada el 25 de julio, junto con Joaquín Guzmán López, hijo del también fundador del Cártel de Sinaloa, "El Chapo" Guzmán.
Zambada, a través de sus abogados, ha asegurado que fue "emboscado" por su ahijado Guzmán López, quien por la fuerza lo secuestró en Sinaloa y entregó a autoridades estadounidenses, mientras que la defensa de los Guzmán sostiene que las relaciones entre las familias son buenas y que la entrega fue el resultado de años de negociaciones con Estados Unidos.
Un día después del arresto, considerado como uno de los golpes más duros al narcotráfico mexicano en los últimos años, "El Mayo" Zambada se declaró no culpable de cargos de narcotráfico, ante un tribunal estadounidense.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha exigido a Estados Unidos más información sobre los hechos y asegura que la detención de grandes capos no detendrá el creciente consumo de fentanilo en ese país ni las miles de muertes que genera.