Luego de que Latinus revelara que en Sonora fueron detenidos siete menores de edad por pertenecer a grupos de la delincuencia organizada, el delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en esta entidad, Francisco Sergio Méndez, confirmó que prácticamente se trata de niños de entre 11 y 13 años, y responsabilizó a los padres de familia por no estar vigilando a sus hijos.

El delegado consideró que si bien el delito es cometido por un menor de edad, debería haber una sanción aplicable a los tutores por no asumir la responsabilidad de vigilancia de sus hijos.

Tres de los pequeños fueron detenidos en el desierto de Altar y los otros cuatro en un operativo en Santa Ana, Sonora.

“Aquí podríamos pensar alguna responsabilidad de ellos porque no tienen la vigilancia que corresponde a un padre de familia, pues ese es el tema de los niños de 11 o 12 años, ¿qué están haciendo con los grupos criminales? ¿Por qué no tienen una vigilancia efectiva de los padres?”, preguntó Sergio Méndez.

Otra propuesta para disminuir la incidencia de niños involucrados en actos de la delincuencia organizada es aumentar la penalidad para adultos que coopten, recluten o inciten a menores de edad a cometer actos criminales.

“Incrementarse al doble las penalidades de aquellos sujetos mayores de edad que están en el mundo criminal, utilizando menores de edad, también debe ponderarse, porque son gentes grandes, ya adultas, que traen a niños de 11, 12 o 13 años en terrenos criminales y en terrenos de alta criminalidad. ¿Cómo es posible? No pueden ni con el fusil, lo están arrastrando, pero lo traen y a quien le dicen, a ese le tiran, pero no tienen una visión completa de lo que es un acto de alta criminalidad“, refirió el delegado.

Las voces piden reducir la edad para que menores sean sujetos a penalidades, como adultos, por haber participado en delitos de alto impacto, pero “hay que tener mucho cuidado con la acción de esos niños”, aseguró el delegado de la FGR.