El presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó su conferencia matutina arremetiendo contra el empresariado por su oposición a la sobrerrepresentación de Morena y aliados, y aludiendo al paro de labores del Poder Judicial de la Federación (PJF) en contra de la reforma: “No pasa nada”.
Aseguró que a la mayoría de los mexicanos no les importa que el Poder Judicial se vaya a huelga, y dijo, “con todo respeto”, que hasta sería benéfico porque entonces se evitará la liberación de delincuentes.
A primera hora del lunes, los trabajadores del PJF se fueron a paro en oposición a la reforma judicial por considerar que afecta sus derechos laborales, la autonomía y la carrera judicial. Anoche, los jueces, magistrados y ministros decidieron sumarse a primera hora de mañana.
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López Obrador habló también en contra del Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo Mexicano de Negocios, que en días pasados llamaron a las autoridades electorales a interpretar la Constitución con sensatez y responsabilidad en la asignación de diputaciones plurinominales.
Ayer, el mandatario dijo que en el fondo, los empresarios no se oponen a la sobrerrepresentación, sino a la reforma judicial, lo que consideró "completamente inmoral", mientras que a los trabajadores del Poder Judicial los acusó de ser "paleros de la corrupción".
Hoy, señaló que con el paro “no va a suceder nada, no pasa nada, y en lo que a nosotros corresponde: respeto absoluto a su huelga, libertad. Establece la ley, ellos lo saben, que es ilegal lo que están haciendo o lo que van a hacer, pero no nos corresponde a nosotros sancionar".
López Obrador minimizó el paro que este lunes convocó la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), que a partir del miércoles harán una huelga nacional contra la reforma judicial que el oficialismo pretende votar en septiembre.
La iniciativa de López Obrador permitirá desde 2025 elegir por voto popular a jueces, magistrados y a ministros de la Suprema Corte, por lo que la Jufed argumenta que afectaría la carrera judicial y, “sin duda alguna, abriría la posibilidad de que grupos de poder, incluso ilegales, ejerzan presión".
En este contexto, el presidente argumentó que "lo que está detrás" de la oposición a la reforma, "es mantener privilegios y seguir haciendo a un lado al pueblo, un Poder Judicial al servicio de una minoría".
“Nosotros no tenemos ningún problema (con el paro), nada más que queremos dejar de manifiesto que es completamente injusto el que se quiera sostener, porque eso va en contra de los intereses de nuestro país y de nuestro pueblo, un sistema judicial entregado por entero a una minoría rapaz", expresó.
"Si no están los jueces, si no están los magistrados, si no están los ministros en activo, tenemos cuando menos la garantía de que no van a dejar libres a delincuentes del crimen organizado. Y, cómo no van a trabajar los juzgados, tampoco va a haber libertad para delincuentes de cuello blanco", expuso.
El oficialismo prevé votar la reforma constitucional del Poder Judicial en septiembre, cuando tenga la mayoría calificada, de dos tercios del Congreso, para modificar la Constitución sin obstáculos.
Con información de EFE