Un día después de los enfrentamientos y bloqueos en Culiacán, Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, viajó este viernes a la Ciudad de México para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros mandatarios estatales en Palacio Nacional.
A su llegada al recinto, y tras cuestionamientos de periodistas, el mandatario sinaloense aseguró que los enfrentamientos de grupos armados contra elementos del Ejército no tuvieron "más consecuencias" y que la entidad "está tranquila".
De forma breve, explicó que los bloqueos, quema de vehículos y balaceras registradas en la capital de Sinaloa, se dieron porque "se encontraron una patrulla del Ejército con una camioneta de gente armada" y reiteró que "eso fue, pero ya no hay nada".
Fuentes del gobierno de Sinaloa confirmaron a Latinus que los enfrentamientos se registraron en la sindicatura de Jesús María, en la comunidad de Paredones.
De acuerdo con medios locales, los delincuentes quemaron al menos un autobús y una camioneta de reparto, entre otros vehículos, además de que arrojaron "ponchallantas" en la carretera, mientras personal militar repelía las agresiones en la zona norte de la capital de Sinaloa.
Horas después de que el enfrentamiento comenzara, Rubén Rocha Moya hizo un llamado a la población a mantener la calma y a evitar la información que, aseguró, "sólo busca causar alarma" y aseguró que las autoridades ya estaban atendiendo los hechos.
“La situación, que ha trascendido, está siendo atendida y se focaliza fuera de la ciudad. Se recomienda, en cualquier caso, estar atentos a la información oficial y evitar la que se emite de manera extraoficial”, publicó en X el mandatario, ante el temor de la ciudadanía de un nuevo "Culiacanazo".
De acuerdo con el gobernador, los agresores intentaron obstaculizar la acción de la autoridad, por lo que incendiaron dos vehículos en la carretera México 15, a la altura de la comunidad El Limón de los Ramos.