El magistrado de circuito Carlos Soto aseguró que la reforma a la parte procesal del sistema judicial evidencia que al gobierno de Andrés de Manuel López Obrador "lo único que le importa es el dinero", en alusión a uno de los cambios constitucionales que fueron aprobados el pasado miércoles de 11 de septiembre y que establece que los juicios fiscales deberán de resolverse en un plazo máximo seis meses.
"¿Por qué solamente la materia fiscal?, pues a fin de cuentas es lo único que le importa al gobierno para hacerse de dinero, porque hay materias que son muchísimo más importantes que la materia fiscal, es mucho más importante la materia familiar, por ejemplo, (...) pero al Estado lo único que le importa en este caso es el dinero y dice: 'sólo los juicios fiscales se deben de resolver en seis meses'", aseguró Soto.
Durante el "Foro de debate sobre la reforma judicial en México y las implicancias que esta reforma puede tener para la vida del país", que se realizó por Zoom, el magistrado criticó la instauración de la figura de los jueces sin rostro, la cual ya fue declarada inconstitucional por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en precedentes vinculados con la dictadura de Alberto Fujimori en Perú.
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Además, aseguró que el proceso de definición de jueces, magistrados y ministros está hecho para elegirlos de acuerdo a su afinidad al partido en el poder.
"Simplemente van a postular jueces de Morena, o que son afines a Morena, y entonces es ahí donde viene el primer gran peligro de la reforma judicial, todo el Poder Judicial, toda la estructura del Poder Judicial desde la Suprema Corte de Justicia hasta los jueces de distrito, van a estar controlados o van a ser cooptados por el poder", detalló el magistrado Soto.
Penitencia por callar
Carlos Soto aseguró que el Poder Judicial lleva "un poco la penitencia de haber pecado de silenciosos" tras los ataques constantes del presidente Andrés Manuel López Obrador en los últimos seis años y añadió que actualmente es muy difícil cambiar la percepción de la sociedad en el sentido de que el sistema judicial sí defiende los derechos de los ciudadanos.
Cuando cuestionaron al magistrado sobre si sería posible revertir la reforma al Poder Judicial, se vio pesimista y dijo que "por lo menos a corto plazo no se ve ninguna posibilidad real", pero sí cree que podría revertirse a un mediano plazo con la voluntad política de quienes estén al poder.
En ese sentido, destacó que se podría regresar a una independencia judicial si los ciudadanos salen a votar en tres años en las elecciones intermedias y por presidencial dentro de seis, para así cambiar el sistema por la vía política.
Sin embargo, destacó que actualmente "la pelota está en la cancha de la Corte", la que podría decidir si procede que se revisen las reformas constitucionales si se realiza un juicio de amparo, pero insistió en que sería la primera vez en la historia. Explicó que lo primero es que la SCJN revise si puede abordar el asunto.
"Y si dice 'sí puedo revisar la constitucionalidad o este procedimiento de reforma', entonces ya tendrá que analizar si efectivamente hubo estas violaciones que desde mi punto de vista son evidentes y tendría que destruir la reforma, pero a fin de cuentas la Suprema Corte de Justicia puede hacerlo, solamente falta que quiera hacerlo", dijo.
Respecto a las movilizaciones que todavía se están realizando en la capital, el magistrado Carlos Sotos comentó que "ya no tiene tanto sentido estar en esta cuestión de la lucha" y reprochó que los poderes judiciales locales no han salido a controvertir la reforma, pero recordó que "todos ellos van a ser destituidos" y lamentó que no se salieran a manifestarse.