El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó la intención de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, de hacer una consulta al pleno para buscar la vía de detener la reforma judicial: “Sería una aberración a la Constitución”, dijo.
En su conferencia matutina, agregó que “no hay ningún fundamento constitucional, sería una arbitrariedad y esto afectaría la vida pública, afectaría desde luego lo que debe ser un auténtico Estado de derecho, sería como optar por la ley de la selva”.
El mandatario insistió, como en anteriores ocasiones, en que a los ministros de la Suprema Corte “no les importa la democracia ni la justicia, solamente están pensando en sus intereses, en sus privilegios”.
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Ayer, Piña dio apertura a una consulta al pleno para determinar si puede pronunciarse sobre la reforma judicial, a petición de jueces de distrito y magistrados de circuito del Poder Judicial de la Federación (PJF), al considerar que es violatoria a la autonomía e independencia del PJF.
Ambas serán revisadas por la ministra Lenia Batres Guadarrama, quien ha defendido la propuesta de reforma judicial que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador y ya fue aprobada por la mayoría calificada de Morena y aliados en la Cámara de Diputados.
López Obrador dijo no creer que la consulta de Piña prospere, y consideró que la consulta ante el pleno "es más que un exabrupto" y que la presidenta de la Corte "ahora está peor". Señaló que las reformas a la Constitución corresponden al Ejecutivo y al Legislativo.