Con un pastel morado y una vela dorada con el número 5 frente a Palacio Nacional, la saxofonista María Elena Ríos conmemoró cinco años del ataque con ácido que sufrió por ordenes supuestamente de su expareja, el exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal.
En un mensaje para recordar su atentado, la saxofonista oaxaqueña aseguró que seguirá la lucha de su caso, pues a cinco años del ataque, todavía no ha recibido justicia.
En agosto, el juez José Gabriel Ramírez Montaño ordenó liberar a Vera Carrizal, por lo que Ramos acusó a las autoridades judiciales de dejar su caso y los de otras mujeres en Oaxaca en la impunidad; sin embargo, un día después, una jueza en Oaxaca dejó sin efecto la liberación.
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Durante el evento de conmemoración, María Elena dijo que la mañana del 9 de septiembre del 2019 "era una chica normal" que había tenido una relación sentimental en la que la habían "despedazado mental y físicamente", pero que decidió abandonarla para continuar con sus proyectos de vida y convertirse en una reconocida saxofonista.
"Me hubiera gustado que me conocieran por cómo tocaba, no por lo que me hicieron", aseguró.
Sin embargo, a las 10:12 de la mañana, cuando se volteó en su escritorio, su agresor le vertió una cubeta de ácido en el lado izquierdo de su cuerpo, lo que le provocó quemaduras en su rostro y gran parte de su cuerpo.
En el evento de conmemoración, María Elena repitió las palabras que le dijo le profirieron hace cinco años: "Muere, maldita desgraciada, hasta aquí llegaste". Tras el ataque, "la ropa se quemó también, salí casi desnuda a la calle a pedir ayuda", recordó entre lágrimas.
Desde el 2019, la saxofonista se ha sometido a diferentes tratamientos médicos y quirúrgicos.
Ríos le hizo un llamado a su agresor y le recordó que no la mató y le advirtió que no la va a callar. Juan Antonio Vera Carrizal, señalado como autor del ataque, sigue preso, mientras que su hijo, Juan Antonio Vera Hernández, está prófugo de la justicia.
Al finalizar el evento, pidió que no la recuerden como María Elena Ríos, la saxofonista a la que quemaron con ácido, sino como "Malena", como la conocían sus amigos y familiares antes del atentado.