El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) retomó las sesiones en el que será su último periodo con la integración actual antes de la elección de jueces, magistrados y ministros que se llevará a cabo en junio de este año, y con lo cual se renovará su composición.
Al rendir el informe de la comisión de receso que trabajó durante el periodo vacacional, el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá realizó una comparación entre el orden constitucional mexicano y un fenómeno físico conocido como "gotas del príncipe Ruperto" o "lágrimas holandesas" que consiste en gotear vidrio fundido en agua fría en el que se forman gotas con cuerpo grueso y una fina cola.
"El cambio brusco de temperatura produce, además de esta forma tan peculiar, una característica sumamente interesante: el estrés residual de su estructura permite al cuerpo de la gota, por su parte más gruesa, soportar fuerzas descomunales, pero basta ejercer una presión mínima en su punto más delgado para que la gota se desintegre por completo. La semejanza con nuestro orden constitucional me resulta fascinante: forjada al calor de la lucha armada más cruenta que experimentó nuestra nación y enfriada rápidamente en el proceso de institucionalización auspiciado por Venustiano Carranza", comparó el ministro.
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El ministro González Alcántara dijo que la Constitución mexicana tuvo la fuerza para sobrevivir al periodo del Maximato, a la Guerra Cristera, los asesinatos del presidente Álvaro Obregón y el candidato Luis Donaldo Colosio, los cambios políticos internacionales de la Segunda Guerra Mundial y a décadas de gobiernos autoritarios.
El ministro señaló que el orden constitucional mexicano permitió llegar al periodo de la transición democrática, en el que existía consenso sobre las reglas del juego y un compromiso para jugar con base en ellas.
Sin embargo, acusó —sin decir nombres— que no faltó quien fingiera respetar las reglas del juego, pero que no por el espíritu de la Constitución.
"Como las lágrimas holandesas, destruir el legado de más de un siglo es tan fácil que resulta sorprendente que no hubiera ocurrido antes. Ante la incapacidad de abordarla de frente, de jugarla con las reglas establecidas, tan sólo resulta necesario ejercer un poco de presión en la parte más frágil para dinamitar toda la estructura y en este punto, no hay marcha atrás", dijo el ministro.
Al finalizar su comparación, el ministro citó la canción "Juego que me regaló un seis de enero" del cantautor cubano Silvio Rodríguez y culminó afirmando que sólo le queda la esperanza de que en un futuro vuelva la honestidad, la lealtad y la congruencia "aun si muchos de nosotros ya no estaremos aquí para verlo".
El próximo primero de septiembre, tomarán protesta ante el Senado los nuevos integrantes de la Suprema Corte que resulten electos por voto popular en la jornada electoral que tendrá lugar el 2 de junio.