La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, montó una guardia de honor en Palacio Nacional por el 112 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero, quien fue asesinado el 22 de febrero de 1913 por el general Victoriano Huerta.
En el Patio de Honor, la mandataria escuchó el legado del llamado Apóstol de la Democracia por parte del director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones en México, Felipe Arturo Ávila Espinosa, quien hizo un recuento de la vida y legado de Madero.
Tras el triunfo de la Revolución Mexicana y de ganar las elecciones, Francisco I. Madero asumió la presidencia de México, el 6 de noviembre de 1911; sin embargo, Madero y el vicepresidente, José María Pino Suárez fueron traicionados por Victoriano Huerta, hecho en la que tuvo una participación importante el entonces embajador de Estados Unidos en nuestro país, Herny Lane Wilson.
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El 9 de febrero de 1913 estalló el golpe militar conocido como “La decena trágica”, periodo de 10 días en que duró el acontecimiento, el general Victoriano Huerta obligó a Francisco I. Madero a renunciar y fue encarcelado junto con el vicepresidente José María Pino Suárez.
El 22 de febrero del 2013, Madero y Pino Suárez fueron asesinados por órdenes de Victoriano Huerta.
Al finalizar el discurso, la jefa del Ejecutivo, montó una guardia frente a la foto de Francisco I. Madero, estuvo Claudia Curiel de Icaza, Secretaria de Cultura y por el historiador, Felipe Arturo Ávila Espinosa.
Al evento acudieron gran parte del gabinete, en donde estuvieron presentes, la secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; el canciller, Juan Ramón de la Fuente; el secretario de la Defensa, General Ricardo Trevilla; el secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, y entre los invitados también estuvo presente la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada.