AP.- El Vaticano emitió este jueves un manual en el que indica que los obispos deberían informar los casos de delitos sexuales dentro del ámbito eclesiástico a la policía, incluso cuando no estén legalmente obligados a hacerlo. 

Este es un esfuerzo más para obligar a los líderes de la iglesia a proteger a los menores de los sacerdotes que abusan de ellos.

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Si bien el manual no tiene la fuerza de una nueva ley, va más allá de la política actual de El Vaticano sobre cooperar con las fiscalías y la policía. Esa política requiere que los obispos y los superiores religiosos denuncien delitos sexuales contra menores sólo cuando las leyes locales lo exijan.

“Incluso en los casos en que no exista una obligación legal explícita de hacerlo, las autoridades eclesiásticas deben presentar un informe a las autoridades civiles competentes si esto se considera necesario para proteger a la persona involucrada u otros menores del peligro”, dice el manual.

El documento añade que los líderes de la Iglesia deben cumplir con las solicitudes de citación “legítimas”.

El manual también establece que las acusaciones anónimas no deben descartarse directamente, como a menudo lo son. Incluso, los rumores y las publicaciones en las redes sociales pueden constituir la base de una investigación preliminar.

Los obispos no deben ignorar las acusaciones simplemente porque caen fuera del estatuto de limitaciones de la Iglesia, señala El Vaticano.

El manual está en al menos 12 idiomas, destacando el italiano, francés, inglés y español. Pronto se realizará una versión en alemán.

Sus orígenes están en la cumbre de abuso sexual del papa Francisco en 2019, en la cual los presidentes de todas las conferencias de obispos del mundo se congregaron en la Santa Sede para un tutorial de cuatro días sobre abuso. 

El primer día de la cumbre, el papa Francisco emitió 21 puntos de reflexión para el futuro. El primero fue la recomendación para hacer un manual que ayude a los obispos a investigar y enjuiciar delitos sexuales.