EFE.- Los talibanes afirmaron este jueves que han detenido a unos 250 miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en un mes, tras comenzar una operación todavía en marcha para acabar con la formación terrorista en Afganistán.

El EI ha reivindicado tres grandes atentados en los que murieron al menos 310 personas desde que los talibanes se hicieron con el control de Kabul el pasado 15 de agosto, así como decenas de ataques menores en el país asiático.

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El portavoz del Ministerio del Interior afgano, Qari Saeed Khosty, afirmó a Efe que los fundamentalistas han detenido a 250 supuestos miembros del EI durante una gran operación.

Esta ofensiva, todavía en marcha, se ha centrado especialmente en cuatro provincias de Afganistán donde el grupo yihadista tiene mayor presencia.

“Decenas de miembros del EI han muerto en esta operación en varias partes del país”, dijo a Efe un miembro del Gobierno interino de los talibanes, que pidió el anonimato.

La mayor parte de los detenidos son antiguos prisioneros que habían sido capturados por las fuerzas armadas afganas antes de la derrota del anterior Gobierno, pero los talibanes liberaron a cientos de combatientes del EI cuando se hicieron con el control de las cárceles del país, según fuentes consultadas por Efe.

El EI ha reivindicado ataques en al menos 8 de las 34 provincias afganas desde que los talibanes se hicieron con el poder, entre las que se cuentan las orientales Kunar, Nangarhar y Laghman, así como Kabul, las norteñas Parwan y Kunduz y las sureñas Kandahar y Khost.

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El mayor atentado del grupo yihadista en los últimos meses, con unos 170 muertos, tuvo lugar el pasado 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, cuando miles de afganos trataban desesperados de huir del país en alguno de los vuelos de repatriación.

Además un ataque suicida del EI contra una mezquita chií dejó al menos 80 muertos y unos cien heridos en Kunduz el pasado 8 de octubre, y otro atentado similar el pasado viernes en la meridional Kandahar dejó otros 60 muertos.

Analistas y expertos han señalado que el grupo yihadista se ha convertido en la mayor amenaza a la seguridad del Gobierno talibán en Afganistán, al estar detrás de ataques casi diarios contra los fundamentalistas.