EFE.- La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aseguró este miércoles que “bajo ninguna circunstancia” se puede administrar una vacuna a la fuerza, en un momento en el que varios países barajan la vacunación obligatoria para enfrentar las nuevas olas de la Covid-19.
En un seminario sobre buenas prácticas y acceso a vacunas y tratamientos, la alta comisionada subrayó que si se imponen vacunaciones obligatorias estas deben aplicarse con cierta flexibilidad y determinadas excepciones, por ejemplo en personas a las que el fármaco esté contraindicado.
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En estas circunstancias, puede ser aceptable condicionar a la vacunación el acceso a escuelas, hospitales y otros espacios públicos, o determinadas consecuencias legales, como multas “proporcionales y sujetas a revisión por las autoridades judiciales”, afirmó.
Por otro lado, antes que la vacunación obligatoria sólo debe considerarse si otras medidas menos intrusivas, como el uso de mascarilla o el distanciamiento físico, no han conseguido los objetivos de protección sanitaria buscados.
“La vacunación obligatoria debe seguir los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación”, afirmó la expresidenta chilena.
Bachelet también abordó el tema de las vacunas en su cuenta de Twitter, donde dijo que el “acceso a las vacunas Covid-19 ha sido escandalosamente desigual a nivel mundial”. Apuntó que sólo el 8% de los adultos en países de bajos ingresos son vacunados con una dosis, en comparación al 65% en países de altos ingresos.
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