La calificadora de riesgos, Fitch Ratings advierte sobre la proliferación de ransomware, o secuestro de datos, que está invadiendo sectores clave y está convirtiéndose en una amenaza global de seguridad y financiera.
Hace menos de dos semanas, Colonial Pipeline, empresa dedicada a la transportación de combustibles por medio de oleoductos, recibió un ataque de secuestro de datos, donde, piratas cibernéticos bloquearon los sistemas e impidieron la operación por cinco días, provocando pérdidas millonarias, además de un rescate de 5 millones de dólares que se exigió por medio de criptomonedas.
Una situación que no es aislada, sino que es recurrente, refiere en un documento la firma de calificación. "Se espera que aumenten el volumen, el tamaño y la sofisticación de los ataques de ransomware, ya que el riesgo de enjuiciamiento penal sigue siendo bajo y los incentivos de ganancias siguen siendo altos".
Bitfdefender, empresa experta en ciberseguridad, señaló que en 2020 los ataques aumentaron 485% en todo el mundo, respecto a lo reportado en 2019, con costos globales estimados en 20 mil millones de dólares para este 2021.
Los ataques de secuestro de datos han aumentado y en primer trimestre de 2021 y representaron el 77% del total de ataques. De acuerdo con el documento de Fitch, lo que incentiva la actividad es lo económico principalmente, con pagos promedio de rescate de 220 mil dólares, lo que representa un 43% más que lo que se pagaba en el cuarto trimestre de 2019.
Los incidentes recientes pueden estimular los esfuerzos públicos y privados coordinados internacionalmente para ayudar a prepararse y mitigar los ataques de secuestro de datos.
El Instituto de Seguridad y Tecnología de Estados Unidos emitió recientemente un informe que indica que la lucha contra el secuestro de datos debería ser una prioridad global.