Reuters.- El Kremlin dijo el miércoles que apoya los intentos de Serbia de proteger a los serbios del norte de Kosovo, pero negó la acusación de Pristina de que Rusia esté avivando de algún modo las tensiones en un intento de sembrar el caos en los Balcanes.
Los serbios de la ciudad étnicamente dividida de Mitrovica, en el norte de Kosovo, levantaron nuevas barricadas el martes, horas después de que Belgrado dijera que había puesto a su Ejército en máxima alerta de combate tras semanas de escalada de las tensiones.
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Kosovo, de mayoría albanesa, declaró su independencia de Serbia en 2008 con el respaldo de Occidente, tras una guerra entre 1998 y 1999 en la que la OTAN intervino para proteger a los ciudadanos de etnia albanesa.
Preguntado por la afirmación del ministro del Interior kosovar, Xhelal Svecla, de que Serbia, bajo la influencia de Moscú, pretende desestabilizar Kosovo apoyando a la minoría serbia, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que es “erróneo” buscar una influencia destructiva rusa.
“Serbia es un país soberano y es absolutamente erróneo buscar aquí una influencia destructiva de Rusia“, dijo Peskov.
Serbia niega que esté intentando desestabilizar a su vecino y afirma que sólo quiere proteger a su minoría allí. El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo el martes que su país “seguirá luchando por la paz y buscando soluciones de compromiso”.
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Alrededor de 50 mil serbios viven en el norte de Kosovo y se niegan a reconocer al gobierno de Pristina o al estado, y consideran Belgrado su capital.
“Al mantener estrechas relaciones aliadas, históricas y espirituales con Serbia, Rusia sigue muy de cerca lo que ocurre, cómo se respetan y garantizan los derechos de los serbios”, declaró Peskov. “Y, por supuesto, apoyamos a Belgrado en las acciones que se están llevando a cabo”.