EFE.- Las aspiraciones para suceder a Boris Johnson del ministro de Economía británico, Rishi Sunak, han quedado en entredicho tras airearse difundirse que su esposa, rica heredera de un imperio tecnológico en la India, ha evadido el pago de impuestos en Reino Unido.
Akshata Murty, propietaria de un 0.93% de la empresa Infosys, fundada por su padre, recibe en torno a 11.6 millones de libras (15.1 millones de dólares) al año en dividendos, por los que no tributa ante la Hacienda británica gracias a su estatus de “non-dom” (no domiciliada), una fórmula legal que suelen usar millonarios extranjeros para no declarar ingresos obtenidos fuera del país.
La filtración de esos detalles a la prensa amenaza con descarrilar la carrera política de su marido, quien en los últimos meses se ha situado como candidato para liderar el Partido Conservador si Johnson pierde el poder.
Con el foco mediático sobre él, Sunak se ha visto obligado a reconocer que mantuvo una tarjeta de residente estadounidense (Green Card) hasta un año después de ocupar el cargo e hizo declaraciones fiscales anuales en ese país, lo que ha avivado la polémica sobre su propia situación fiscal.
Según sugiere la edición de este sábado del diario The Independent, Sunak apareció como beneficiario de ciertas entidades ligadas a los negocios de su esposa y domiciliadas en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes y las Islas Caimán.
Murty ha tratado de frenar las críticas asegurando a la BBC que, a partir de ahora, pagará impuestos sobre sus ganancias en el Reino Unido: Sin embargo, recalcó que su situación fiscal hasta la fecha ha sido “completamente legal”.
Sunak, el delfín de Johnson
Con 40 años, Sunak asumió el Ministerio de Economía en febrero de 2020, tras haber obtenido un escaño en la Cámara de los Comunes en 2015 y haber sido secretario jefe del Tesoro desde 2019.
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Licenciado en la Universidad de Oxford y con un máster en la Universidad de Stanford \u2014donde conoció a su esposa, en 2004\u2014 ha cultivado una imagen de gestor eficiente y se ganó la confianza de Johnson para ocupar uno de los cargos más relevantes en su gabinete, durante una de sus últimas crisis de Gobierno.
El escándalo de las fiestas en Downing Street cambió aparentemente la relación entre ambos. Sunak fue uno de los miembros del Ejecutivo más reacios a mostrar respaldo público al primer ministro, quien estuvo durante semanas en la cuerda floja.
Sospechas sobre las filtraciones
El propio Sunak sugirió en un primer momento que las revelaciones sobre la situación fiscal de su esposa podían ser una campaña de desprestigio orquestada por la oposición Laborista.
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Aliados políticos del ministro han señalado, sin embargo, a Downing Street como posible fuente de las filtraciones y temen que se trate de una estrategia para frenar sus aspiraciones.
El propio Johnson fue cuestionado sobre ello durante la rueda de prensa que ofreció el viernes junto al canciller alemán, Olaf Scholz.