EFE.- Corea del Norte acusó este lunes a Estados Unidos de interferir en su espacio aéreo con un avión de reconocimiento y advirtió sobre los presuntos planes de Washington de enviar un submarino estratégico a la región acercan a la península, al borde de un conflicto nuclear.
“Sólo este mes, aviones de reconocimiento estratégico y aviones no tripulados RC-135, U-2S y RQ-4B pertenecientes a la Fuerza Aérea de Estados Unidos sobrevolaron los mares oriental y occidental de Corea por turnos durante ocho días consecutivos, del 2 al 9 de julio, para ejecutar un provocador espionaje aéreo”, según un comunicado de un portavoz de la Cancillería norcoreana publicado por la agencia estatal de noticias KCNA.
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En el desplegado, las autoridades indicaron que un avión de reconocimiento estratégico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ingresó ilegalmente por decenas de kilómetros en el espacio aéreo inviolable en Corea del Norte, varias veces.
El portavoz, cuyo nombre no se especifica, considera que la acción lleva a la situación regional a una “fase irrecuperable” y refiere que en el pasado Pionyang ha derribado aeronaves espía estadounidenses en su territorio.
A su vez, el portavoz de Exteriores consideró que existe una muy peligrosa situación con el plan de Estados Unidos y Corea del Sur de desplegar en algún momento un submarino con armas nucleares estratégicas en la península, tal y como acordaron ambos aliados en la Declaración de Washington firmada en abril.
Ese acuerdo estipula que el Pentágono desplegará de forma rotatoria y temporal activos estratégicos estadounidenses, como el mencionado submarino, en la península para disuadir a Pionyang de seguir desarrollando armas de destrucción masiva.
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Según el régimen, este plan demuestra claramente que la situación de la península de Corea se está acercando al umbral de un conflicto nuclear debido a la acción militar provocadora de los Estados Unidos.
“El intento de Estados Unidos de introducir armas nucleares estratégicas en la península de Corea es el mayor chantaje nuclear indisimulado contra Corea del Norte y los países vecinos, además de una grave amenaza y desafío para la paz y la seguridad regional y mundial”, concluye el texto.
Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización de 2019, la tensión ha vuelto a dispararse en la península coreana, con Pionyang rechazando cualquier oferta de diálogo y realizando un número récord de pruebas de misiles, así como Seúl y Washington retomando sus grandes maniobras conjuntas y desplegando periódicamente activos estratégicos estadounidenses.