Reuters.- El papa Francisco instó a los mil 400 millones de católicos del mundo a abandonar la "loca búsqueda" del dinero y dedicarse, en cambio, a su fe, en una nueva encíclica, la forma más elevada de enseñanza papal, publicada el jueves.
La cuarta encíclica de Francisco en sus 11 años de papado se abstiene en gran medida de hablar de cuestiones políticas, un cambio respecto a sus escritos anteriores, en los que también abordaba temas como el cambio climático global y las políticas económicas de "goteo".
"Dilexit nos" (Él nos amó) anima en cambio a los creyentes a fortalecer su vida religiosa. El mundo vive en una "época de superficialidad", dice el santo pontífice, y los católicos y otros cristianos "necesitan redescubrir la importancia del corazón".
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"En un mundo donde todo se compra y se vende, el sentido del valor de las personas parece depender cada vez más de lo que pueden acumular con el poder del dinero", escribe Francisco.
"El amor de Cristo no tiene cabida en este mecanismo perverso, sin embargo, sólo ese amor puede liberarnos de una búsqueda loca que ya no tiene espacio para un amor gratuito", afirmó.
El texto, de 142 páginas, se centra en temas espirituales, más que en llamamientos a acciones políticas concretas.
La carta del Papa de 2015 "Laudato Si'" (Alabado seas) instó al mundo a cuidar el medio ambiente y algunos líderes mundiales le atribuyeron el mérito de influir en los debates previos al Acuerdo de París de 2016. Su carta de 2020 "Fratelli Tutti" (Hermanos todos) pedía reconsiderar las políticas económicas tras la pandemia mundial del coronavirus.
En cambio, la nueva carta ofrece reflexiones sobre una práctica espiritual católica promovida por una monja francesa del siglo XVII. Sor Margarita María Alacoque, que, según se dice, experimentó varias visiones de Jesús.
Los cristianos deberían emular el amor de Jesús cuidando también de los necesitados, dice el santo pontífice. "No hay mejor manera de devolver amor por amor", afirma.
La publicación del documento papal se produce mientras el papa Francisco dirige una cumbre de un mes de duración de líderes católicos mundiales en el Vaticano, que se espera que publique su propio texto el sábado.
Los debates en torno a la mayoría de los temas de división que originalmente formaban parte de las consideraciones de la cumbre, como la posibilidad de permitir que las mujeres sean ordenadas como clérigos católicos, han quedado en suspenso.