Reuters.- Israel avanza hacia un alto el fuego en la guerra con Hezbolá en Líbano, pero aún quedan cuestiones por abordar, dijo el lunes el gobierno, mientras que el embajador israelí en Estados Unidos fue citado diciendo que podría alcanzarse un acuerdo en cuestión de días.
Los esfuerzos por lograr una tregua parecían avanzar la semana pasada, cuando el mediador estadounidense Amos Hochstein dijo que se habían producido avances significativos tras las conversaciones mantenidas en Beirut, antes de celebrar reuniones en Israel y regresar a Washington.
Sin embargo, las hostilidades se han intensificado paralelamente al movimiento diplomático. Durante el fin de semana, Israel llevó a cabo potentes ataques aéreos, uno de los cuales mató al menos a 29 personas en el centro de Beirut, mientras que Hezbolá, respaldada por Irán, lanzó el domingo una de sus mayores salvas de cohetes hasta la fecha, disparando 250 misiles.
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"Estamos avanzando hacia un acuerdo, pero aún quedan algunas cuestiones por abordar", dijo el portavoz del Gobierno israelí, David Mencer, sin dar más detalles.
Michael Herzog, embajador israelí en Estados Unidos, dijo a la emisora de radio israelí GLZ que el acuerdo estaba cerca y que "podría producirse en cuestión de días. (...) Sólo tenemos que cerrar las últimas esquinas", según un mensaje publicado en la red social X por Efi Triger, presentador principal de GLZ.
Pero el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, afirmó que Israel debe seguir adelante con la guerra hasta la "victoria absoluta". Dirigiéndose al primer ministro Benjamín Netanyahu en X, dijo que "¡no es demasiado tarde para detener este acuerdo!".
El conflicto entre Israel y Hezbolá se convirtió en una guerra a gran escala en septiembre, cuando el ejército israelí pasó a la ofensiva, bombardeando amplias zonas de Líbano con ataques aéreos y enviando tropas al sur.
Israel ha asestado importantes golpes a Hezbolá, matando a su líder Sayed Hasán Nasralá y a otros altos mandos e infligiendo una destrucción masiva en zonas del Líbano donde el grupo ejerce su dominio, incluidos los suburbios del sur de Beirut.
Israel llevó a cabo nuevos ataques aéreos en los suburbios del sur, conocidos como Dahiyeh, el lunes, diciendo que había atacado el cuartel general militar de Hezbolá y que había emitido advertencias previas para que los residentes evacuaran la zona, que está en gran parte desierta.
El líder de Hezbolá, el jeque Naim Qasem, dijo la semana pasada que el grupo había revisado la propuesta estadounidense de alto el fuego y había dado su opinión al respecto y que cualquier tregua estaba ahora en manos de Israel.
Hezbolá, grupo musulmán chií fuertemente armado y calificado de terrorista por Estados Unidos, ha apoyado al presidente del Parlamento, Nabih Berri, del movimiento chií Amal, para negociar.
Israel afirma que su objetivo es garantizar el regreso a casa de decenas de miles de personas evacuadas de su norte debido a los ataques con cohetes de Hezbolá, que abrió fuego en apoyo de Hamás al comienzo de la guerra de Gaza en octubre de 2023.
La ofensiva israelí ha obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares en Líbano.
La diplomacia se ha centrado en restablecer un alto el fuego basado en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a una guerra entre Hezbolá e Israel en 2006. Esta resolución exige que Hezbolá retire a sus combatientes a unos 30 kilómetros de la frontera israelí y que el ejército libanés regular se despliegue en la región fronteriza.