EFE.- La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández (2007-2015), acusó este sábado al actual mandatario, Javier Milei, de "anarcocolonialismo", haciendo un juego de palabras con la doctrina que él preconiza, el anarcocapitalismo, y le pidió "un golpe de timón" en sus políticas de ajuste.
En su primer acto público y presencial desde que el 10 de diciembre hubo el cambio de gobierno entre el peronista Alberto Fernández, del que ella era vicepresidenta (2019-2023), y el libertario Milei, y arropada y jaleada por miles de simpatizantes y correligionarios, la exmandataria cuestionó algunos logros económicos exhibidos por el Ejecutivo de Milei.
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Fernández se refirió al discurso ofrecido en cadena nacional días atrás por el presidente para anunciar el superávit fiscal y financiero logrado en el primer trimestre de 2024 como producto de su drástico plan de ajuste y que, según ella, "no tiene sustento".
"Cuando escuché congratularse por el superávit público del primer trimestre y resulta que no pagaste la energía, las obras públicas, lo que debés a las provincias, a las universidades... es como ustedes después de no pagar la luz, el gas, las expensas y dicen 'tengo un superávit'. No, hermano, no es cierto. Mirá todo lo que debés, superávit de dónde... No tenés superávit", espetó.
En esa abierta crítica a las políticas del ultraliberal, Fernández también cuestionó lo que el líder de La Libertad Avanza llama anarcocapitalismo.
"Nos preanuncia una economía extractivista, llevarse todos los recursos naturales sin valor agregado, sin tecnología, sin industralización; o sea, una economía precapitalista. Me hace acordar a la Argentina del Virreinato del Río de la Plata. Más que anarcocapitalismo, me parece que suena a anarcocolonialismo y en eso no estamos de acuerdo", aseveró la exmandataria.
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En su participación de una hora y media de duración, que tuvo lugar en la inauguración del Microestadio Presidente Néstor Kirchner, en la localidad de Quilmes (provincia de Buenos Aires), Fernández indicó que no cuestiona la legitimidad de Milei como presidente, porque reconoce "lo inapelable que es el voto popular".
No obstante, afirmó que "la legitimidad de origen también necesita legitimarse en los resultados de la gestión" y preguntó al mandatario "de qué sirve" una victoria con un 60% de votos "si luego, cuando eres gobierno, la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, aumenta la desocupación y no puede llegar a fin de mes".
Por ello, y ante el "inútil sacrificio" que está haciendo la sociedad argentina, "el presidente debe comprender que debe dar un golpe de timón a esta política".
El evento tuvo lugar en coincidencia con el 27 de abril de 2003, fecha en la que su esposo, el ya fallecido Néstor Kirchner, fue segundo en la primera vuelta de las elecciones, con un 22.25% de votos, por detrás del exmandatario —y también peronista— Carlos Menem (1989-1999), quien ganó con un 24.45%, pero renunció a presentarse en segunda vuelta, por lo que Kirchner se convirtió en presidente (2003-2007).
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La inauguración del recinto, que corrió a cargo de la intendenta de Quilmes, la kirchnerista Mayra Mendoza, incluyó la instalación en su entrada de una estatua de Kirchner que primero estuvo en Quito, frente a la sede de la Unasur —de la que él fue el primer secretario general hasta el 27 de octubre de 2010, cuando falleció—, y posteriormente en Buenos Aires, en el Centro Cultural Kirchner, hasta la llegada de Milei al poder.
El último acto público de Fernández databa del 10 de diciembre de 2023, cuando participó en la ceremonia oficial de investidura de Milei como presidente y de Victoria Villarruel como vicepresidenta y su sucesora como titular del Senado.
Además, a inicios de abril, la exmandataria grabó un mensaje que se difundió durante un acto de la militancia kirchnerista.