EFE.- El reformista Masoud Pezeshkian y el ultraconservador Saeed Jalili se disputarán la presidencia iraní en una segunda vuelta electoral, después de que ninguno de los dos candidatos lograra el 50% de los votos en la primera ronda, informó este sábado la Comisión Electoral del país.
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Estas elecciones presidenciales registraron la participación más baja en la historia de la República Islámica de Irán, con solo un 40% de los votantes que acudieron a las urnas, un dato que muestra el descontento ciudadano por la situación económica y la falta de libertades.
“Ninguno de los candidatos ha obtenido la mayoría absoluta de los votos”, dijo el portavoz de la Comisión Electoral, Mohsen Eslami, en una conferencia de prensa televisada.
“Se realizará una segunda vuelta, como establece la ley, que será el 5 de julio”, añadió Eslami, quien anunció que votaron 24 millones 535 mil 185 personas, lo que supone el 40% del electorado.
En las elecciones se ha impuesto el reformista Pezeshkian con 10 millones 415 mil 991 votos que suponen el 42.4% del total, seguido de cerca por Jalili con 9 millones 473 mil 298 votos o el 38.6%.
Lejos quedó el que fuera el favorito cuando comenzó la campaña electoral, el pragmático conservador Mohammad Baqer Qalibaf, con 3 millones 383 mil 340 votos, el 13.79%, y más allá el cuarto candidato es el clérigo Mostafa Pourmohammadi con 206 mil 397 sufragios, el 0.8%.
Las elecciones se celebran para elegir al sucesor del presidente Ebrahim Raisí, quien murió en un accidente de helicóptero en mayo, junto con otras siete personas.
El presidente iraní tiene capacidad de decisión en cuestiones nacionales y en menor medida en política exterior y de seguridad en Irán, donde Jameneí ejerce de jefe de Estado con vastos poderes.
El cirujano cardíaco Masoud Pezeshkian, exministro de Sanidad de 69 años, comenzó la campaña electoral con bajas expectativas, pero ha ido ganando peso durante la campaña electoral con un mensaje de acercamiento a Occidente y críticas al velo.
Su lema electoral es “Para Irán”, que evoca el título de la canción que se convirtió en el himno de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini y cuyo autor Shervin Hajipour fue condenado a casi cuatro años de prisión por ello.
Ha recibido el apoyo de los expresidentes Mohamed Jatamí (1997-2005) y Hasan Rohaní (2013-2021) del bloque reformista —que busca cierta apertura del país— después de que en las presidenciales de 2021 no se permitiese la participación de un moderado, y pertenece a la minoría azerí.
Pezeshkian ha presentado su hipotético gobierno como un “tercer mandato” de Jatamí, el primer presidente reformista que dio a Irán ciertos aires de apertura, y con quien entró en política en el año 2000 como ministro de Sanidad.
En el polo opuesto se encuentra Jalili, exjefe negociador nuclear iraní de 58 años, ha sido descrito como un “verdadero producto de la Revolución Islámica”, ejerció de asesor del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y se muestra opuesto a Occidente.
Jalili es considerado el candidato del statu quo y quien seguirá las políticas del ultraconservador Raisí, bajo cuyo gobierno aumentó la represión.