A pesar del acecho del gobierno de Donald Trump a los inmigrantes indocumentados, California sigue expandiendo los beneficios públicos para esta comunidad.
Desde principios de año, el estado ofrece cobertura médica gratuita (Medi-Cal) a los indocumentados de bajos recursos menores de 26 años.
De acuerdo con estimaciones oficiales, unos 138,000 adultos indocumentados se beneficiarán de la medida durante este 2020. El costo para los contribuyentes californianos ascenderá a unos 98 millones de dólares, según se establece en el presupuesto.
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La “carga pública” en California
Al inmigrante que utilice el servicio de Medi-Cal no se le considerará una "carga pública" de cara a la obtención de la residencia permanente.
De igual manera, inscribirse en el seguro por desempleo (EDD) o en Cal-Fresh, un programa de asistencia alimenticia para familias con pocos recursos, tampoco será motivo para considerar al indocumentado una “carga pública”.
Un documento del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) señala: "Cuando estás solicitando la residencia permanente, no se te considera una 'carga pública'. Tampoco si estás utilizando programas de alimentos como las estampillas de comida, WIC (Programa para Mujeres, Bebés y Niños), comidas escolares, beneficios médicos y otros programas que no dan dinero en efectivo".
A un inmigrante se le considerará "carga pública" si recibe determinadas ayudas públicas durante más de 12 meses en un periodo de tres años. La normativa entra en vigor este 24 de febrero y permitirá denegar la residencia permanente o un visado al solicitante.
En un comunicado reciente, el gobernador de California, Gavin Newsome, aseguró que esta medida es "devastadora" para la población indocumentada del estado ––la más grande del país––. También recalcó que seguirá proponiendo medidas legislativas para contrarrestar su efecto.
Este año, el demócrata pretende garantizar cobertura médica gratuita a los ancianos indocumentados de 65 o más años.