Por Alejandra Medina
El coronavirus ya es una pandemia y en todo el mundo poco a poco se paralizan las actividades cotidianas, aunque suman medidas para evitar que en sus países aumente de manera descontrolada el número de contagios.
El cierre de fronteras entre naciones, suspender clases en las escuelas, recomendar el trabajo desde casa, restricciones a la libre circulación en las calles, cancelación de eventos masivos, de espectáculos, deportivos y hasta religiosos son clave en las medidas tomadas.
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Uno de las primeros planes más severos ocurrió en Italia, cuando el 9 de marzo el gobierno ordenó el aislamiento en todo su territorio para detener la propagación del coronavirus. Con ello restringió todos los movimientos para que la población saliera de sus casas.
Los mercados bursátiles son otra víctima más del COVID-19. Los hundimientos en las bolsas globales comenzaron ante la incertidumbre por el avance del coronavirus, y las medidas individuales de los gobiernos para enfrentar al virus.
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Pero el verdadero desplome histórico comenzó a inicios de marzo: primero con la pugna de los petroprecios entre Arabia Saudita y Rusia, después con la declaración del coronavirus como pandemia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que acabó de agravarse con la prohibición de 30 días a los viajes de Europa hacia Estados Unidos.
El presidente Donald Trump anunció ese cierre el pasado miércoles 11 de marzo como medida adicional para enfrentar la crisis por el virus, donde un par de días después incluyó a Irlanda y el Reino Unido.
En Francia, lugares emblemáticos para los turistas se vieron afectados, que en un inicio fue con el cierre de dos días del museo de Louvre, pero la semana pasada se hizo oficial y por tiempo indefinido; también para la torre Eiffel y el palacio de Versalles.
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Italia, otro país muy golpeado por la pandemia, no quedó exento con el cierre de la Plaza y la Basílica de San Pedro en el Vaticano. El papa Francisco sembró para algunos preocupación cuando se reportó que sufría de un resfriado y se ausentó de sus actividades eclesiásticas.
Después, en el Vaticano las misas comenzaron a hacerse vía streaming hasta que se informó que Francisco dio negativo a la prueba del coronavirus.
Para finales de febrero, Arabia Saudita suspendía la entrada de peregrinos a La Meca y la ciudad de Medina por el coronavirus, pero el 4 de marzo anunciaron la cancelación de la peregrinación musulmana para sus ciudadanos y residentes.
El cierre de fronteras entre los países y la prohibición de vuelos procedentes de China o Europa es una lista que crece todos los días. Apenas este domingo se sumaron Panamá, Argentina, Alemania, Colombia y Haití, pero días antes lo hicieron muchas más naciones.
De este lado del continente, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) fue clara y afirmó que no tiene dudas de que el coronavirus golpeará a la economía regional, tanto en el sector comercial como el financiero.
A su vez, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, admitió hace poco que la institución estaba limitada para enfrentar la crisis por el coronavirus, y que correspondía a cada gobierno del bloque asumir un plan coordinado para amortiguar más colapsos financieros.
El mundo deportivo y del espectáculo, infectados
La NBA se tardó más en anunciar que cancelaba la temporada por el COVID-19 luego de que el pívot del Jazz, Rudy Gobert diera positivo al coronavirus, que las ligas de fútbol mundiales en sumarse a las medidas restrictivas.
Algunos ejemplos son la Champions, la Premier League, la Bundesliga, la Liga 1, la Europa League, la Libertadores, la Concachampions, la Liga MX, así como las eliminatorias mundialistas y los partidos amistosos entre selecciones.
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La Fórmula 1, el Maratón de Boston, el Masters de Golf, entre muchas otras cancelaciones dejan en claro que el coronavirus paralizó al mundo deportivo.
Para el espectáculo, un sinfín de conciertos de los cantantes y grupos más famosos de todo el mundo se aplazaron, además de las obras en Broadway, el show del Cirque du Soleil, los parques temáticos de Disney, el festival Coachella o en México el Pa’l Norte, así como la Cumbre Tajín y la Feria de San Marcos.