El anuncio del Vaticano de que enviará una comisión de investigadores a México a fines de este mes para indagar en los casos de abuso sexual del clero podría ser crítico en el país, que tiene el segundo mayor número de católicos en el mundo.

Pero además de su fuerte conexión con la iglesia, México también tiene una historia de negación de abuso por parte de sacerdotes. 

Franco Coppola, representante del Vaticano en México, considera que este es el momento para que el país se convierta en un ejemplo, bueno o malo, de cómo enfrentar los abusos sexuales. 

El motivo de la investigación

En el último año, más víctimas, especialmente de la orden religiosa de la Legión de Cristo, han surgido en México. La atención que éstas han recibido en los medios ha presionado a la iglesia a tomar medidas en contra de la pederastia clerical y su encubrimiento.

La decisión de enviar a los investigadores, asegura Coppola, llegó por la "seriedad" de la situación.

Las reuniones que se darán

Los investigadores hablarán con obispos, líderes de órdenes religiosas y víctimas; la iglesia enfatizó que esperan platicar con cualquiera sobre presuntos abusos.

Cada quien tendrá media hora para reunirse con los enviados. Por ello, recomiendan a cualquiera que asista llegar con declaraciones escritas y documentos que puedan ser evidencia en un futuro.

Los casos de abuso sexual que podrían hallar

Qué tanto se averigua a partir de estas reuniones dependerá del número de víctimas que se presenten y de la efectividad de la colaboración entre las autoridades eclesiásticas y judiciales. 

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Una misión similar en Chile en el 2018, dirigida por los mismos funcionarios de la iglesia para investigar un caso de abuso sexual, regresó con alrededor de 2 mil páginas de declaraciones de más de 60 víctimas.

En México, sin embargo, muchas de las víctimas prefieren no volver a contar sus historias y a denunciar el crimen; lo han hecho antes, y se han sentido decepcionadas por la falta de acción por parte de las autoridades.